La consejera de Sanidad del Gobierno de Aragón, Sira Repollés, ha estimado que tras la reducción del número de contagios de coronavirus en los últimos días «parece que hemos llegado al pico» de la séptima onda epidémica en la comunidad autónoma «y podemos estar empezando a descender».
En rueda de prensa, Repollés ha subrayado la intensidad de una ola que, si el 90 por ciento de la población no hubiera estado vacunada contra la COVID-19, «hubiese sido imposible de abordar» y se hubiera generado un «auténtico colapso» del sistema sanitario, que, sin embargo, se ha mostrado «robusto» y «elástico».
«No ha habido ninguna otra ola más difícil de gestionar», ha reconocido la consejera, ya que ha coincidido la «irrupción» de la cepa ómicron, «altamente contagiosa», y con las reuniones sociales fruto de la celebración de las fiestas de Navidad.
Repollés ha destacado que desde el Gobierno de Aragón «no hemos dejado de trabajar, no nos hemos dormido» y «lo hemos hecho razonablemente bien dadas las circunstancias», destinado más recursos donde ha sido necesario, a la atención primaria, «que es donde ha ido a recaer todo el volumen de contagios», para su «desbloqueo».