La Diputación de Teruel ha recibido un total de 62 solicitudes de municipios de toda la provincia para reparar los daños en caminos rurales provocados por la borrasca Gloria, atendiendo a la línea de ayuda planteada por la institución provincial para actuaciones urgentes por tratarse de únicos accesos a masías o casas habitadas, granjas o instalaciones municipales. Se trata sobre todo de afecciones por árboles y piedras caídas en los caminos, socavones y deslizamientos de tierras pero también hay situaciones especiales como que el trazado haya desaparecido por la crecida de los ríos.
Las peticiones más numerosas proceden sobre todo de las comarcas del Matarraña, Bajo Aragón, Cuencas Mineras, Jiloca y Maestrazgo, las zonas más afectadas por este temporal que afectó con gran virulencia a la provincia del 19 al 22 de enero. La institución provincial se dirigió a todos los ayuntamientos de la provincia para que presentaran sus solicitudes hasta el pasado viernes, y este mismo lunes ha comenzado el proceso para la revisión de las incidencias y la planificación del trabajo de valoración técnica que realizarán los próximos días sobre el terreno los trabajadores de la Diputación.
A partir de ahí, se establecerán las actuaciones que cumplen con los requisitos de urgencia y se actuará de una manera rápida, gracias al encargo a la empresa pública Tragsa. Para acometer las actuaciones, la Diputación cuenta con una partida de 150.000 euros que el presupuesto de la institución de 2020 contempla para un Plan de Emergencias en caminos rurales, pero el equipo de gobierno ampliará la partida si es necesario, ha subrayado el vicepresidente de la Diputación y diputado delegado de Vías y Obras, Alberto Izquierdo.
“Si esos 150.000 no son suficientes pues serán en marzo otros 150.000 o 300.000, los que sean necesarios, para cubrir ese problema que tienen los municipios, como un granjero que tiene dificultades para llegar a su granja, o que al depósito de aguas del pueblo no se puede subir porque se ha hundido el camino. Ahí tenemos que estar y esto precisamente, ayudar a la gente, es lo que tiene que hacer la Diputación, estar con los alcaldes, con los concejales, con los emprendedores” ha subrayado Izquierdo.
“Lo que vamos a contratar para las urgencias de un camino que se ha cortado son retromixtas y retroexcavadoras giratorias, para reparar las zonas afectadas de manera localizada y después se trabajará si es necesario con máquinas de nivelación y compactación para mejorar el firme completo” ha explicado el vicepresidente, porque el objetivo es “intentar ser rápidos, no contratar dos o tres máquinas y tardar un mes sino intentar contratar muchas y ser lo más eficaces posible”.
Por su parte, el diputado delegado de Caminos Rurales, José Sancho, ha recordado el importante esfuerzo hecho en el último trimestre del año para llevar a cabo un plan extraordinario de arreglo en los caminos rurales, que ahora en parte se ha visto mermado por estas afecciones, pero que demostró la “eficaz herramienta que supone para estas obras la colaboración con Tragsa”. Así, desde que la Diputación de Teruel firmó la compra de una acción de esta empresa pública la puede considerar como medio propio para realizar trabajos por lo que la institución ha ganado en agilidad para sus actuaciones.
En el envío de información a los ayuntamientos se aclaró que estas actuaciones están pensadas para actuar ante los daños de la borrasca Gloria considerados como urgentes porque las afecciones provocan situaciones complicadas para personas o animales. Así, se entienden por urgencias los cortes de caminos que afectan a edificios habitados (masías habitadas, hoteles o casas rurales), explotaciones agropecuarias; depósitos de agua, potabilizadoras o instalaciones de depuración; cementerios o instalaciones de telefonía móvil.
Se entienden que son obras urgentes porque las afecciones imposibilitan el tráfico rodado, es el único acceso a este emplazamiento el camino afectado, es de titularidad municipal, y la incomunicación puede generar problemas para las personas, riesgo de mortalidad de animales o tener un perjuicio en el suministro de agua o de energía.