Durante el periodo de confinamiento, desde el Ayuntamiento se han venido impartiendo talleres para personas sin hogar por el psicólogo de Servicios Sociales, tratando aspectos como la mejora de la calidad de vida, el autocuidado, la autonomía personal o la sensibilización social.
Estos talleres se han venido desarrollando en el Albergue de Transeúntes, lugar en el cual estas personas sin hogar han permanecido durante el estado de alarma. De esta manera se ha pretendido por parte de los Servicios Sociales de la institución aprovechar la excepcional situación para mejorar lo hábitos de vida de las personas más vulnerables.
Actividades, en las que además del psicólogo municipal, ha colaborado el voluntariado de Cáritas y las trabajadoras del albergue, se han realizado de manera tanto individual como grupal para las personas sin hogar, según informó el pasado mes de abril el propio Ayuntamiento.
Indican desde EMT que la propia concejal de Servicios Sociales, Nuria Tregón, reconoció que “la situación de confinamiento puede producir un cambio de actitud positivo en muchas personas sin hogar”, por lo que dijo que “no podemos perder la ocasión de intentar mejorar la calidad de vida de los más vulnerables e inculcarles conductas de autocuidado para que este periodo pueda marcar un antes y un después en sus vidas”.
Para Espacio Municipalista “no se puede permitir que estas personas vuelvan a la calle, se debe trazar un plan para terminar el proceso iniciado en este periodo de confinamiento”.
Su concejal Zésar Corella considera que “estamos hablando de unas cinco o seis personas con las que se debería continuar trabajando y buscarles una solución habitacional, no permitiendo que vuelvan a la calle, a su anterior situación, facilitando una nueva normalidad”.
«Inicialmente se refugiaron en el Albergue y el Hogar con Corazón de Cáritas aproximadamente once personas. El número ha ido oscilando y algunos de ellos tienen intención de ir a buscar trabajo a otras localidades en la recogida de fruta», explican.
Espacio Municipalista considera que “se debe hacer un esfuerzo para que el trabajo realizado estos meses con estas personas no se pierda, aunque suponga un mayor gasto, permitiendo que retomen o emprendan su proyecto vital saliendo de las calles”.
Consideran que es una inversión en bienestar social que puede ayudar a mejorar sustancialmente la vida de estas personas, buscarles una solución habitacional y en algunos casos ayudarles con problemas de alcoholismo u otras dependencias o patologías. «El Ayuntamiento debe hacer un esfuerzo para que se siga trabajando con las personas sin techo que han estado confinadas en el albergue municipal».
Asimismo consideran que «se debería reformar la normativa aplicable para que estos usuarios o usuarias puedan seguir pernoctando en el albergue y recibiendo otras ayudas que ahora están recibiendo, para que no pierdan la atención requerida y se les de la oportunidad de poder cambiar de estilo de vida».
Consideran también que «el Ayuntamiento debe estudiar diferentes posibilidades para que el Hogar con Corazón esté abierto todos los días. Quizá se podría colaborar para realizar alguna contratación o algún tipo de aportación económica para que Cáritas pudiera mantener abierto, reforzando la labor del voluntariado, hoy desbordada».