Cruz Roja ha alcanzado ya las 600.000 intervenciones, cuando se cumple un mes del lanzamiento del programa Cruz Roja RESPONDE, creado para luchar contra los efectos del COVID-19.
Las premisas iniciales del confinamiento han variado considerablemente cada día, lo que obliga a reaccionar y a adaptarse, a veces, en cuestión de horas, algo a lo que la organización puede responder gracias a su experiencia en circunstancias extremas, capilaridad sobre el terreno y los recursos que gestiona. “El avance de la pandemia y la situación de confinamiento prolongado —explica Mª Ángeles Cacereño, directora de Intervención social— han ido creando nuevas situaciones que nos han hecho reforzar iniciativas y crear nuevas respuestas en tiempo récord. Llegamos a lugares a los que nadie más puede llegar».
El coordinador general de Cruz Roja, Toni Bruel, añade que “habitualmente, cuando hay una crisis, suele concentrarse geográficamente en una zona: un terremoto, un atentado, un conflicto armado… En este caso, afecta a toda la población y a todo el territorio a la vez».
Gestión, coordinación y máxima profesionalidad son las premisas de actuación de este plan, el más grande de la historia de Cruz Roja, tanto en lo que se refiere a recursos movilizados como a la complejidad de su gestión.
El presupuesto para estos dos meses es de 11 millones de euros con los que se está ayudando de forma directa a 1.350.000 personas. “Tenemos el modo emergencia a pleno rendimiento, y eso supone un esfuerzo brutal en todos los sentidos”, añade Cacereño.
Son cerca ya de 31.200 voluntarios movilizados —y en breve se llegará a unos 40.000—, cuya actividad e intervenciones se coordinan desde la célula de gestión, un espacio tecnológico en el que 30 personas, en turnos de 12 horas, dirigen la operación las 24 horas del día, los siete días de la semana.
“Es algo necesario —explica Íñigo Vila, jefe de la Unidad de Emergencias— para asegurar la eficacia y eficiencia de las respuestas en todo el país y en colaboración con todas las administraciones públicas.”
Además, la impresionante adhesión social al plan —socios, personas conocidas, empresas, instituciones, medios de comunicación, particulares…— ha garantizado que el proyecto contará con los fondos necesarios y que podrá completarse con plenas garantías, de forma que en las próximas semanas del plan, la organización seguirá haciendo hincapié en la fase de emergencia que aún no ha terminado y atendiendo y amortiguando, como estaba previsto, los déficits sociales producidos por el confinamiento, la emergencia, las pérdidas de empleo y capacidad adquisitiva.
Sin embargo, la experiencia en circunstancias pasadas, especialmente en la crisis de 2008, que ha supuesto años de trabajo continuo para la recuperación, obliga a poner en marcha un programa de recuperación y restablecimiento de necesidades y capacidades, de forma Cruz Roja ya está diseñando y preparando un nuevo plan de acción que permitirá prorrogar las tareas de ayuda a la sociedad, una vez se cumplan, en mayo, los dos meses de intervención inicialmente previstos para el Plan Cruz Roja Responde.