El Consejo Rector del Instituto de Estudios Turolenses (IET), entidad dependiente de la Diputación de Teruel, ha nombrado esta tarde como director a Ignacio Escuín Borao. El nombramiento era necesario tras la renuncia del anterior director, Juan Felix Royo, que había agotado los ocho años de tiempo máximo de permanencia en el puesto según regulan los estatutos del organismo autónomo.
El presidente del IET y de la institución provincial, Manuel Rando, ha propuesto al profesor e investigador turolense por sus reconocidos méritos profesionales y académicos. Atendiendo a los estatutos, el puesto debe recaer en una persona titulada superior, con el grado mínimo de licenciado con experiencia de cinco o más años, de reconocida valía y solvencia en los campos de la investigación, de la enseñanza o de la cultura.
Un nombramiento que ha provocado el rechazo de Partido Popular y Ciudadanos.
A juicio de la Diputado del Partido Popular Yolanda Sevilla, hay razones “más que justificadas” para oponerse a ese nombramiento “tanto en las formas como en el fondo”. Con respecto a la primera de ellas, Sevilla critica que por primera vez se nombra para ese cargo a un ex cargo político, lo que a su juicio abre un “precedente muy peligroso” y deja constancia “del poco respeto que tiene por las instituciones el PSOE”.
Para el Partido Popular es “muy grave la manera de proceder del equipo de Gobierno en esta materia, y todavía más la elección para esta responsabilidad”. En palabras de la diputada provincial, “no nos parece apropiado que ocupe un cargo público una persona cuya gestión pasada fue calificada por la Intervención del Gobierno de Aragón como irresponsable y negligente”.
En parecidos términos se expresaba el portavoz de Ciudadanos en la DPT, Ramón Fuertes, que ha propuesto que decaiga el nombramiento para organizar un nuevo comité y buscar el consenso de todos los grupos; al tiempo que ha rechazado que la Diputación designe como responsable del IET a Escuín después de que “la Intervención de la DGA calificase su gestión al frente de la Dirección General de Cultura como irresponsable y negligente en 2018 por gastar 1,2 millones de euros sin respaldo presupuestario”.