Esta semana han comenzado las actuaciones de urgencia para la conservación y restauración de algunos restos constructivos en el yacimiento arqueológico de La Loma del Regadío de Urrea de Gaén. Los trabajos corren a cargo de la Diputación de Teruel a través de los técnicos del Museo Provincial y se prevé una duración de mes y medio. El proyecto técnico ha sido elaborado por la restauradora del centro expositivo María Pilar Punter,que ejerce la dirección con el apoyo de un técnico en conservación-restauración de bienes culturales y de los servicios de Arquitectura y Geología de la institución provincial.
Tal como lo anunció el presidente Manuel Rando el pasado mes de febrero durante su visita al yacimiento junto con el diputado delegado de Cultura Diego Piñeiro, el director del Museo de Teruel Jaime Vicente y la directora general de Patrimonio del Gobierno de Aragón Marisancho Menjón, la Diputación de Teruel había adquirido el compromiso de garantizar la preservación de los restos que se habían visto afectados por los elementos meteorológicos hasta que el Gobierno de Aragón acometa la renovación completa de la cubierta en mal estado que los debía proteger.
“Desde la DPT nos planteamos desde el primer día volver a invertir y trabajar con nuestro patrimonio. Tenemos una nueva partida presupuestaria este año para, dentro de un plan rápido de actuación, poder hacer esa inversión”, dijo entonces Rando antes de señalar que las soluciones concretas serían las que definieran los técnicos del Museo de Teruel.
Apenas un mes después de aquel reconocimiento, ya ha comenzado esa actuación que pretende estabilizar el yacimiento interviniendo en los restos arquitectónicos afectados de acuerdo a los criterios acordados a nivel internacional en materia de conservación de los bienes culturales, es decir, con una mínima intervención, máxima reversibilidad de todos los tratamientos y productos aplicados, la preservación y respeto de todos los elementos originales, el respeto a la integridad estética, histórica y física de la obra y las adiciones mínimas necesarias. Para lograr todo lo anterior se utilizan productos de probada inocuidad y calidad, tanto a corto como a largo plazo, compatibles con los materiales tratados.
Las partes afectadas engloban restos de mamposteria, el mortero del encofrado, pavimentos de opus signinum, opus spicatum y canto rodado, revestimientos de mortero blanco, los revestimientos murales de la pars urbana, un tapial y el borde e interior de las cisternas. Sufren daños o alteraciones de degradación y desplazamiento, desmenuzamiento o desagregación, colonización biológica, vaciado de las juntas, cuarteado, pérdida de adherencia, desprendimiento de placas, eflorescencias salinas o exfoliación y fractura de los elementos.
Los tratamientos que se están llevando a cabo son de remoción de los elementos degradados, la consolidación y reconstrucción de otros, la reubicación previa instalación de capa de intervención que señaliza la intervención, el relleno y la inyección de mortero, la limpieza manual, mecánica y química o la aplicación de biocida. El material y el equipo instrumental necesarios los aporta el Museo de Teruel.
Finalizadas las intervenciones propuestas, y con carácter temporal hasta que se resuelvan las deficiencias de la esctructura, se procederá a la instalación de capas de protección adaptadas a los restos que han quedado expuestos a la intemperie.