La alcaldesa de Teruel, Emma Buj, ha expresado su «profunda preocupación» por la evolución de la COVID-19 en la ciudad ya que tras el puente del Pilar «sospecho que los datos de esta semana no van a ser buenos».
En declaraciones a los medios de comunicación, tras participar en la Junta de Gobierno Local, la alcaldesa ha señalado que los fines de semana, «el trabajo disminuye y luego, se produce un acumulación de casos, con lo cual es probable que mañana o pasado» haya un aumento por este motivo.
Ha añadido que por parte del Ayuntamiento de Teruel, este fin de semana, se han puesto sanciones por no llevar mascarilla, se han cerrado dos locales de ocio de jóvenes y un bar en el barrio de la Fuenfresca que, «a puerta cerrada, estaba haciendo una actividad que no estaba permitida».
La alcaldesa ha subrayado que se ha puesto a disposición del Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón «en todo momento» para «tomar cuantas medidas se consideren oportunas» porque «es fundamental la lealtad institucional» y todos los datos o circunstancias que se están dando en la ciudad, «es Sanidad quien tiene la información» y ha de «marcar las pautas» de lo que se haga.
Según ha apuntado, «cualquier actividad que se hace en la ciudad» ha de tener «el permiso de Sanidad y sino, no se realiza».
La alcaldesa también hacía referencia a los datos de afluencia de turistas a la ciudad este puente del Pilar, calificándolos de «espectaculares a niveles económicos, aunque solo mitigan en parte el descenso del resto del año».
Buj indicaba que entendía que «muchos turolenses estén preocupados por esa afluencia de gente. Estamos en unos momentos en los que pesa la economía, pesa la sanidad, y a veces lo que es bueno para una cosa no lo es tanto para la otra».