La Diputación de Teruel (DPT) ha apostado un año más por el proyecto Desafío Arraigo Teruel que, en su segunda edición, ha acogido a 19 participantes, siete más que el año anterior. Los estudiantes y titulados seleccionados, tanto para el programa Desafío como para Arraigo, desarrollan sus prácticas entre julio y noviembre. Tras el buen resultado en la primera experiencia, la DPT decidió aumentar de 20.000 a 40.000 euros la cantidad aportada para su financiación en la renovación del convenio entre la institución provincial y la Universidad de Zaragoza.
El programa recibió, tras su lanzamiento, más de 130 solicitudes de estudiantes y posgraduados, así como el interés de 40 empresas, entidades y administraciones públicas de la provincia de Teruel. De los 19 beneficiarios, 17 son estudiantes y 2 tituladas. Todos los estudiantes han finalizado ya sus prácticas. Tan solo faltan por concluir su experiencia la posgraduada en Trabajo Social que está desarrollando sus prácticas en el Ayuntamiento de Peñarroya de Tastavins hasta el 22 de septiembre y la titulada en Magisterio quecomenzará sus prácticas en el Centro Rural Agrupado Olea de Castellote en octubre.
El presidente de la DPT, Manuel Rando, y la diputada de Educación Susana Traver coincidieron con la posgraduada en Trabajo Social y una de las estudiantes del programa Desafío Teruel en la localidad del Matarraña que, como explicaba el alcalde de la localidad Ricardo Blanch, había decidido participar en el Erasmus Rural con la confianza de poder desarrollar nuevos programas y proyectos de servicio social.
Otros cuatro ayuntamientos participan también en esta experiencia: en Monroyo ha realizado sus prácticas una estudiante de Terapia Ocupacional; en los Ayuntamientos de Valjunquera y Santa Eulalia han acogido a estudiantes de Administración y Dirección de Empresas; y una estudiante de Ingeniería Agroalimentaria y del Medio Rural ha estado en Fuentes Claras.
En su visita a Peñarroya, el presidente Rando felicitó el trabajo impulsado por el Ayuntamiento yatestiguó que “ambas estudiantes están encantadas” con la experiencia. “Todo indica que el proyecto ha vuelto a ser muy interesante y, siendo así, se hará un esfuerzo más”, por renovar este convenio “que beneficia de forma muy diversa a los municipios turolenses al acoger a estudiantes de distintas ramas, que aprenden con nuestros profesionales pero que también aportan sus conocimientos”.
El alcalde Ricardo Blanch añadió la importancia de “aprovechar el verano para ofrecer esta experiencia a los estudiantes y, a su vez, dar servicio a la población”. En este caso, Sara Escrig, titulada del Grado Trabajo Social, y Lorena Martínez, estudiante de Terapia Ocupacional, pusieron en marcha un proyecto multicomponente con talleres de gimnasia, memoria y manejo de dispositivos tecnológicos, orientado a las personas mayores de la localidad.
Aparte de los ayuntamientos citados, entidades como la Asociación para la Recuperación de Olivos Yermos de Oliete, la Casa Familiar Nuestra Señora de los Dolores, la Asociación de Empresarios Turísticos de la Sierra de Albarracín, la empresa FORGASA, la Asociación para el Desarrollo Integral del Bajo Martín y Andorra-Sierra de Arcos (Adibama), el centro veterinario Coteve o el Centro de Salud de Bronchales, han recibido y formado a estudiantes de Ingeniería Informática, Psicología, Ingeniería Industrial y Desarrollo de Producto, Ingeniería Química, Turismo y Veterinaria.