Un equipo formado por investigadores del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA), la Fundación Agencia Aragonesa para la Investigación y Desarrollo (ARAID), y el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria (INIA), en colaboración con la Asociación de Ganaderos de raza Ojinegra (AGROJI), la Asociación de Ganaderos de Raza Maellana (ARAMA), la Asociación de Ganaderos de Ovino de Raza Cartera (ANGORCA) y UPRA-Grupo Pastores, han identificado una variante génica, en las razas Ojinegra, Cartera y Maellana, asociada al incremento de la prolificidad (número de corderos nacidos por parto).
Esta variante, denominada Grivette, ya había sido descrita previamente en otras razas extranjeras, y en las razas españolas Rasa aragonesa y Ovella Galega. Este trabajo se enmarca dentro del proyecto TerGenOvi vinculado al Centro de Innovación en Bioeconomía Rural (CIBR) de Teruel y al Fondo de Inversiones de Teruel.
El proyecto TerGenOvi tiene como objetivo establecer actuaciones en el ámbito de la mejora genética ovina que permitan la mejora en la eficiencia productiva de las explotaciones de razas ovinas autóctonas de Teruel para mejorar su sostenibilidad económica, ambiental y social.
Para este fin, se ha llevado a cabo la asignación de paternidad y de variantes génicas asociadas a caracteres productivos, como la prolificidad, mediante un panel de marcadores genéticos de tipo SNP (polimorfismos de una base), incorporando esta información a los diferentes esquemas de selección.
Por otra parte, es destacable, que dos de estas razas se consideran en peligro de extinción (Cartera y Maellana), dotando a estas razas de una nueva herramienta innovadora que pueden utilizar en sus explotaciones con el objetivo de aumentar la eficiencia de sus producciones.
En este sentido, esta variante génica puede utilizarse para seleccionar como reproductores animales portadores de la misma, o bien eliminarla de la explotación, según las necesidades de la misma. Esta variante génica se ha encontrado en una frecuencia alrededor del 1% de los animales estudiados en las tres razas.
La importancia del sector del ovino va más allá del ámbito económico, y abarca también importantes aspectos sociales y ambientales. La capacidad de aprovechamiento de recursos pastables de zonas marginales, contribuyen al asentamiento de la población rural, evitando el despoblamiento de las zonas más desfavorecidas.
En concreto, en Aragón, crea la oportunidad de ser una alternativa laboral en zonas rurales difíciles, utilizando razas autóctonas que suponen un patrimonio genético y cultural único, y que están mejor adaptadas al territorio donde se explotan. Además, la ganadería provee de unos servicios ecosistémicos únicos como son el mantenimiento del paisaje agrario, prevención de incendios forestales, conservación de la biodiversidad, etc.