El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Jamón de Teruel presenta los resultados del estudio de Análisis del Ciclo de Vida (ACV) de sus productos con el objetivo de conseguir una «foto fija» de la situación actual medioambiental y así trazar las líneas de trabajo en dirección a aumentar la sostenibilidad.
Algunos de los datos que ha dejado el estudio es la emisión de CO2 en la producción de un Jamón de Teruel D.O, que alcanza los 21,87 kilogramos de CO2 por cada pieza, mientras que se reduce a los 15,36 kilogramos de CO2 por cada pieza de Paletas de Teruel DO. Ricardo Mosteo, presidente del CRODP asegura que aunque son datos mejorables se está trabajando en una buena dirección.
Andrés Ferrer, responsable técnico de OMAWA destaca los beneficios que proporciona una localidad como Teruel para reducir la huella ecológica: «El hecho de acortar los desplazamientos entre cada una de las fases, de la ganadería se va a un sitio, de allí va al secadero que está en otro sitio. El hecho de tener unos desplazamientos acotados en la misma provincia, incluso la producción del pienso, nos permite que tenga un sistema muy sostenible en cuanto al cambio climático»
Además desde el CRODP recalcan la importancia de hacer un estudio práctico, en el que las empresas turolenses no han tenido problema en participar, cediendo datos de su productividad y que ha ayudado a analizar de una manera más práctica todo el proceso.
En la presentación de los resultados también ha participado Pilar Bordetas, directora general de AyC, asesora en temas de calidad agroalimentaria del CRDOP que ha destacado la necesidad de trabajar en los objetivos de la agenda sostenible 2030. Para ello, desde el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Jamón de Teruel ven imprescindible primero conocer la situación actual de la que parten.