La revista Turia del Instituto de Estudios Turolenses (IET) de la Diputación de Teruel (DPT) presentará su homenaje a Arturo Barea el próximo 21 de junio, en la Biblioteca de Extremadura, en Badajoz. El historiador extremeño César Rina dará a conocer el nuevo número de la publicación en un acto que comenzará a las 20:00 horas y será de acceso libre hasta completar aforo. Se trata de una entrega muy especial porque permitirá que Arturo Barea regrese a su ciudad natal, a través de un gran monográfico en el que han participado los mejores estudiosos y especialistas en su obra.
Con este homenaje y reivindicación de Arturo Barea, Turia acredita una de las líneas de trabajo que ha mantenido a lo largo de sus cuatro décadas de trayectoria: el redescubrimiento de autores que, injustamente y por diversos motivos, no han sido objeto de la atención y el fomento de la lectura que su obra merece. Desde la revista se considera que Barea debería ser valorado como uno de los escritores de referencia de las letras españolas del siglo XX ya que es un autor tan canónico e imprescindible como lo puedan ser otros tan reconocidos de su generación como Max Aub, Mercé Rodoreda, Rosa Chacel o Ramón J. Sender.
Conscientes de la necesidad de reparar esa injusticia y de la importancia de favorecer el conocimiento de la obra de Barea entre los lectores, Turia le ha dedicado un amplio y riguroso monográfico en el que participan trece prestigiosos colaboradores tanto españoles como británicos, coordinados por César Rina. Participan: Paul Preston, Antonio Muñoz Molina, William Chislett, Nigel Townson, Michael Eaude, Juan Marqués, Georg Pichler, Eva Nieto McAvoy, Fernando Larraz, Enrique Santos Unamuno, Guadalupe Nieto Caballero, José María Rondón y Francisco Javier Caspistegui.
A través de casi 200 páginas de textos inéditos, se estudian y ofrecen las claves que marcan la trayectoria vital e intelectual del citado escritor republicano español, nacido en Badajoz en 1897 y que murió exiliado en Reino Unido en 1957.
Además, dada la difusión nacional e internacional por suscripción de la revista, se contribuirá a estimular que se hable y se lea a Arturo Barea en todo el ámbito hispánico. Y es que, este monográfico sobre Barea se suma, 66 años después de su muerte, a la reciente posibilidad de disfrutar de la obra completa de un autor que merece ser revalorizado y leído. Sin duda, en las obras de Barea el binomio vida/política se diluye por cuanto su autor se lanzó a escribir para tratar de explicar lo vivido en la guerra civil y el destino de España. Sobre él, George Orwell llegó a decir: “Barea es una de las más valiosas adquisiciones literarias que ha logrado Inglaterra por la persecución fascista”.
Turia está editada por el IET, y cuenta con el apoyo de la Caja Rural de Teruel, del Ayuntamiento de Teruel y el Gobierno de Aragón. Este nuevo número dedicado a Arturo Barea ha sido posible gracias al mecenazgo de la Junta de Extremadura y del Ministerio de Cultura.
Arturo Barea, un socialdemócrata escéptico
Arturo Barea fue un socialdemócrata escéptico del que cabe subrayar su decencia intelectual y su talento literario. Para él, la literatura es un medio de exponer y sobre todo de explicar ideas, una forma de entender acontecimientos o actuaciones personales. Y es que el autor de la monumental trilogía ’La forja de un rebelde’, novela que constituye un prodigioso retrato de las cuatro primeras décadas del siglo XX en España, comienza a tener el aprecio que merece.
Uno de los aspectos menos conocidos de la obra de Barea es su programa radiofónico para la Sección de América Latina de la BBC. Desde 1940 hasta su muerte, Barea escribía y presentaba una charla semanal de alrededor de quince minutos bajo el pseudónimo de ‘Juan de Castilla’. Esta continuación de su labor durante la Guerra Civil como ‘Una Voz Incógnita de Madrid’ es de interés porque amplía de forma notable nuestro conocimiento sobre el trabajo periodístico del extremeño. Además, las emisiones de la BBC revelan mucho sobre su vida después del periodo cubierto en ‘La forja de un rebelde’; es decir, sobre su vida como exiliado en Inglaterra.
Ahora, Turia da a conocer tres de esas charlas como adelanto a lo que será la futura publicación, por parte de la editorial Renacimiento, de tres tomos con los textos de sus programas para la BBC. Un valioso material hasta ahora inédito y que, editado por los especialistas Eva Nieto McAvoy y Nigel Townson, ofrecerá a los lectores la oportunidad de profundizar aún más en la vida y obra de Arturo Barea.
Barea o el reto de hablar de lo vivido
Como muy bien subraya César Rina en el artículo que abre el monográfico sobre Barea:
“Pocas veces la obra de un autor ha aportado tantos cauces de comprensión de la historia de un país y de su pueblo. ‘La forja de un rebelde’ es probablemente la mejor narración que se haya escrito sobre las primeras décadas del siglo XX español, el más preciso y enérgico esfuerzo literario por entender, desde su óptica particular, las causas que explican la guerra civil y las experiencias colectivas de un pueblo que convive secularmente con la derrota. Corren días en los que la omnipresencia de las narrativas del yo en el campo literario se limitan a circunvalar ombligos y casuísticas personales sin trascender la epidermis de los procesos, como si la experiencia histórica se limitara a las condiciones de los individuos que las escriben. En cambio, la escritura autobiográfica que emprende Barea, significativamente la que produce desde su exilio en febrero de 1938, trata en todo momento de abarcar el conjunto de experiencias de las clases populares y revelar las tensiones de largo recorrido temporal entre el poder y la miseria, deteniéndose a explicar las fuerzas ‘ocultas’ que habían provocado la guerra de España en relación con sus propias vivencias”.
Por su parte, el historiador británico Paul Preston, en su artículo ‘Arturo Barea: del servicio de prensa de la República a la BBC’, asegura que“pese a la presencia en España de algunos de los mejores periodistas del mundo, muchos de los cuales escribieron posteriormente sus memorias, el registro más gráfico de la experiencia de los corresponsales durante el asedio de Madrid llegaría de la pluma de un español, el socialista Arturo Barea”.
No podía ser de otra forma si tenemos en cuenta que, según destaca Preston, “Barea era un hombre modesto y discreto, considerado y absolutamente comprometido con la causa de la República española”. Para explicar la salida de España y su asentamiento en Inglaterra, Preston hace referencia a una carta que Barea dirigió al novelista francés Jean Malaquais: “Los ingleses se portaron magníficamente con nosotros, dándonos crédito para comer y para vivir”. No en vano, concluye Preston, Arturo Barea “pasaría los últimos dieciocho años de su vida en el exilio en Inglaterra donde encontró su mejor éxito como escritor”.
Dentro del monográfico sobre Arturo Barea, sobresalen las amplias entrevistas exclusivas que ha realizado Angélica Tanarro a dos de los principales impulsores de la recuperación de la obra y la figura de Barea en España: el periodista y escritor británico William Chislett y el también escritor Antonio Muñoz Molina.
Chislett, que comisarió la exposición que dedicó el Instituto Cervantes a Barea y que no ha dejado de trabajar por la reivindicación de su memoria en España con diversas iniciativas, afirma que después de ‘La forja de un rebelde’, el ensayo que escribió sobre Lorca es la obra más importante de Barea.
Para Muñoz Molina, “Arturo Barea seguiría siendo un personaje incómodo en la España de hoy”. Y también dirá que Barea es “una de esas personas que se ven arrastradas por los acontecimientos históricos. Las interpretaciones retrospectivas concretamente sobre la Guerra Civil a mí me parecen horriblemente tóxicas porque hacen que existan las célebres dos Españas que es una idiotez como una casa. Gente como Barea, igual que Chaves Nogales, igual que Clara Campoamor… Gente que no cuadra, que no encaja”.
Otros trabajos originales sobre Barea son los que aportan en Turia autores como: Nigel Townson (‘Un socialista individualista: el perfil político y público de Arturo Barea’), Fernando Larraz (‘La memoria y el retorno. ‘La forja de un rebelde’’), Juan Marqués (‘Arturo Barea, a un lado de ‘La forja’’), Michael Eaude (‘Creatividad y rabia’), Georg Pichler (‘Política, escritora, traductora, compañera: Ilsa Barea-Kulcsar’), Enrique Santos Unamuno (‘Arturo Barea intérprete de Unamuno: una visión intempestiva (y pionera)’), José María Rondón (‘Cuando Barea explicó a Lorca: ‘El poeta de la juventud más joven’’), Francisco Javier Caspistegui (‘Barea lector: de las novelas de aventuras al pacifismo de la literatura sobre la I Guerra Mundial’), Eva Nieto McAvoy (‘Recuperando a Arturo Barea: un exilio transnacional’), Guadalupe Nieto Caballero (‘Un dolor agudo: Arturo e Ilse Barea desde el exilio’), Nigel Townson (‘La voz de Juan de Castilla: las charlas de la BBC de Arturo Barea’).
Cierra el monográfico una cuidada y completa biocronología sobre Arturo Barea elaborada por César Rina.
Un sumario repleto de textos y autores de interés
Además del cuidado monográfico dedicado a Arturo Barea, el nuevo número de Turia brinda un sumario repleto de lecturas y autores de interés. La revista publica textos originales sobre Enrique Vila-Matas y Antonio Pereira, elaborados por Eduardo Lago y Pablo Andrés Escapa, respectivamente.
También ofrece, en primicia en español, una breve selección de poemas originales del escritor neerlandés Marieke Lucas Rijneveld, el autor más joven en ganar el prestigioso Premio Booker Internacional.
Otro de los contenidos más relevantes de esta entrega es el oportuno artículo de Gabi Martínez sobre la literatura vinculada a la naturaleza y a la llamada España Vaciada, de indiscutible actualidad. Por otro lado, uno de los mejores cultivadores de la novela negra, Eugenio Fuentes, presenta un artículo sobre este género.
Además, Turia da a conocer textos narrativos inéditos de Gonzalo Hidalgo Bayal, Susana Martín Gijón, Cristina Sánchez-Andrade, Isabel González e Inma Chacón.
La revista también ofrece poemas originales de, entre otros, Álvaro Valverde, Basilio Sánchez, Ben Clark, José Antonio Zambrano, Mario Martín Gijón, Luis Bagué Quílez, Javier Pérez Walias, Julio César Galán, Goya Gutiérrez, Anais Vega, Azahara Palomeque, Efi Cubero y Elías Moro. Turia también publica un ensayo sobre cómo gobernar la sociedad en el siglo XXI, elaborado por Germán Cano.
Mención destacada merece el excelente artículo que protagoniza la sección ‘Sobre Aragón’. En él, Javier Barreiro escribe sobre la obra poética del bilbilitano José Verón, Premio de las Letras Aragonesas y que falleció en 2021.
En la sección ‘Cuadernos Turolenses’, la revista ofrece un brillante y pormenorizado artículo de Eva Defior en el que se repasa la trayectoria y se reivindica la labor de uno los grandes referentes de la cultura aragonesa contemporánea: Darío Vidal (Alcañiz, 1934-2020).
Completan el sumario, las secciones ‘La isla’ y ‘La Torre de Babel’, con una cuidada y amplia sección de crítica de libros, en la que se analizan las más interesantes novedades editoriales en el ámbito de la narrativa, el ensayo y la poesía.
La portada e ilustraciones interiores de esta nueva entrega de Turia corren a cargo del pintor Rubén Vidal, uno de los actuales creadores plásticos bajoaragoneses de mayor proyección.
Dos entrevistas en exclusiva
Especialmente recomendables son las dos amplias entrevistas exclusivas que la revista publica con dos nombres propios de la cultura muy relevantes: Eduardo Mendoza, popular escritor y Premio Cervantes, y Pureza Canelo, una de las mejores poetas españolas de las últimas décadas.
Mendoza es uno de los escritores más apreciados por sucesivas generaciones de lectores, habiéndose convertido en un referente de las letras españolas contemporáneas y en un autor de enorme popularidad desde que en 1975 su primera novela, ‘La verdad sobre el caso Savolta’, le lanzara de inmediato a la fama y al reconocimiento de la crítica.
En la conversación exclusiva que publica Turia reconoce, entre otras afirmaciones llenas de sabiduría y autenticidad, que “todo lo que digo y cuento soy yo, todo es fondo de armario”. Como muy bien señala Sergi Doria, autor de una entrevista que seducirá a los lectores y en la que se hace inventario y se opina sobre su vida y obra, “antes de escritor, Mendoza fue abogado e intérprete en las Naciones Unidas; también estuvo presente en el primer encuentro entre Felipe González y Ronald Reagan. Un políglota cuya primera lengua es el humor y la segunda la Historia como eterno retorno de la idiocia”.
A Pureza Canelo, que forma parte de la nómina de mejores poetas españolas de las últimas décadas, la escritura siempre le ha parecido una labor rigurosa y exigente. Una tarea creativa en la que se ha mantenido fiel a su impulso de abrir caminos. Quien fuera, durante muchos años, gestora cultural al frente de la Fundación Gerardo Diego de Santander, practica un lirismo de investigación.
Su obra poética está fraguada sin prisas, certeramente lacónica y sintética, según la crítica. Por eso, nada más comenzar la entrevista que mantiene con el periodista y también poeta Fernando del Val, afirma con convicción: “Todo no es poesía, ahí está el reto de la alta creación. Una escritura pobre no transita pensamiento ni emoción. Una retahíla de palabras sin idea ni canto no es escritura. Si la luz es materia, la poesía también”.
40 aniversario de Turia: 40.000 páginas de textos inéditos de más de 1.000 autores
Fundada y dirigida desde su origen por el escritor y periodista Raúl Carlos Maícas, la revista cultural Turia tiene periodicidad cuatrimestral en papel y cuenta también, desde 2013, con una versión digital (web y Facebook) que ha incrementado notablemente su difusión entre el público lector ya que su página en Facebook cuenta con 12.000 seguidores y más de 6.000 usuarios al mes acceden a los contenidos de la web.
La revista solo publica textos inéditos y su edición en papel se estructura en diez secciones, distribuidas en las 500 páginas de cada entrega, en las que no faltan relatos, poemas, artículos de análisis literario, ensayos, extensas entrevistas exclusivas, fragmentos de novelas y diarios, aforismos, artículos de investigación y divulgación en materia de humanidades, y un amplio apartado de crítica de libros.
Además, cada número es ilustrado por un artista con 11 imágenes inéditas que sirven para identificar la portada y cada una de las secciones. No obstante, desde su primer número, la cabecera de la revista ha mantenido inalterable su diseño, elaborado por el artista Gonzalo Tena, por su atractivo y permanente modernidad.
En 40 años de trayectoria se han editado 147 números, con un total de 40.000 páginas y se ha publicado a más de 1.000 autores de las más diversas procedencias estéticas e ideológicas, así como de los más variados orígenes geográficos e idiomáticos.
Pero lo que verdaderamente la convierte en una revista para conservar y consultar en cualquier biblioteca son sus atractivos monográficos que, con una extensión mínima de 150 páginas, se ocupan, en cada número, de analizar a fondo a un autor y su obra, o a la literatura de un país.
Entre esos monográficos, alguno de ellos agotado o que ha sido objeto de traducciones a otros idiomas, se encuentran los dedicados a Max Aub, Roberto Bolaño, Heinrich Böll, Rafael Chirbes, Salvador Dalí, Luis Mateo Díez, José Jiménez Lozano, Lídia Jorge, Luis Landero, Antonio Machado, Claudio Magris, Heinrich Mann, Carmen Martín Gaite, Ignacio Martínez de Pisón, Patrick Modiano, Vicente Molina Foix, Soledad Puértolas, Wislawa Szymborska, Mario Vargas Llosa o Robert Walser.
Turia publica un texto inédito de Arturo Barea para la BBC
A continuación ofrecemos un fragmento de una de las emisiones semanales que realizaba Arturo Barea bajo el pseudónimo ‘Juan de Castilla’, difundida por la radio de la BBC el 7 de octubre de 1956.
DISCIPLINA
Juan de Castilla
Existe en Inglaterra una vieja tradición sobre los castigos corporales y su eficiencia para imponer el cumplimiento de las leyes generales del país, y sobre todo para imponer disciplina en las escuelas, en los cuarteles y la marina de guerra y mercante. El llamado ‘gato de siete colas’, una especie de látigo con siete brazos y nudos o diminutas piezas de metal en sus puntas se ha hecho famoso a través de la literatura de viajes, aventuras y viejas historias de piratas, por haberse prodigado su uso en la marina desde que Gran Bretaña llegó a ser potencia marítima hasta hace poco más de un siglo. En las escuelas, se usaba hasta muy recientes días la caña de bambú para azotar a los estudiantes díscolos y los tribunales tenían el poder de ordenar la aplicación del gato o los azotes con manojos de varas de abedul para castigar algunos delitos y las rebeliones dentro de las cárceles.
No quiere esto decir que los castigos corporales hayan sido una exclusividad de este país, ya que en viejas épocas puede afirmarse que todos los países, sin excepción, competían en el refinamiento de sus castigos corporales; pero en estas islas, su abolición total es tan reciente que la tradición de ellos y la controversia sobre su eficacia está aún viva y no es raro leer en los periódicos que un maestro de escuela ha utilizado la caña contra un muchacho y consecuentemente ha sido llevado ante los tribunales, con el resultado que durante semanas se reavive la pública controversia en cartas a los periódicos; y aún existen algunos delitos especiales en los que un juez puede decretar el uso, en verdad muy restringido, del gato o de las varas de abedul.
Inesperadamente, una noche de la pasada semana estalló en la tabernita de Frank, una vívida discusión sobre la utilidad del castigo corporal para imponer la disciplina entre estos jóvenes de que os hablaba yo hace algunas semanas que se lanzan a la fascinación del nuevo baile rock and roll o el ‘meneíto’, como yo lo bautizaba en español, y ya en puro frenesí destrozan el mobiliario y decorado de los locales donde se encuentra o llegan hasta la agresión personal.
La discusión la inició nuestro coronel en uno de sus arrebatos; estaba leyendo para sí los resultados del proceso de un grupo de estos muchachos que habían sido detenidos por armar escándalo, hacer destrozos y resistir a la policía que había tratado de poner orden. Y los que estábamos en la tabernita le mirábamos curiosamente leer, porque a la vez que leía, no hacía más que mascullar palabrotas, gesticular irritado y de vez en cuando soltar un puñetazo sobre el mostrador. Estábamos también intrigados por saber qué estaba leyendo que de tan mal humor le ponía. Nuestras conjeturas eran que o se trataba de algo político o del tema de más actualidad en el distrito: una epidemia de glosopeda entre el ganado vacuno que ha producido una cuarentena y la destrucción de bastantes reses en algunas granjas. Un tema que tocaba muy de cerca al coronel. Él mismo nos sacó de dudas, dejando a un lado el periódico, encarándose con nosotros con tanta furia como si le estuviéramos llevando la contraria y exclamando: – Sí, señor! Esto lo arreglaba yo en una semana con unos buenos vapuleos con el ‘gato’. Multas!. Y qué multas: dos libras, tres libras, algunos diez chelines. Pagan y se van riendo de todos, del juez para abajo. Y por la noche vuelta a empezar. El látigo, eso es lo que necesitan.