La revista cultural “Turia” del Instituto de Estudios Turolenses de la Diputación de Teruel publica en su nuevo número un interesante artículo titulado “El cambio climático y la crisis del coronavirus”, elaborado por el químico y escritor Emilio Trigueros. Según explica este especialista, como vía de salida a la actual crisis del coronavirus deben priorizarse aquellos programas de recuperación económica que tengan como eje la lucha contra el cambio climático. No hay otra opción si no queremos pasar de una devastación pandémica universal a otra aún más grave y definitiva: la muerte medioambiental del planeta.
Recuerda Trigueros en su artículo, un avance de su futuro libro “La revolución de vivir”, las palabras de la canciller alemana Ángela Merkel en la sesión que celebró a finales del pasado mes de abril el Foro de Diálogo de Petersberg sobre Acción Climática. En ese escenario de alto nivel, Merkel admitió que reparar los daños de la gravísima crisis de salud pública mundial obligaría a los gobiernos a tomar decisiones difíciles sobre los presupuestos públicos y, en esa línea, añadió: “resulta más importante que nunca que, al lanzar los programas económicos de recuperación, dejemos claro que no vamos a recortar en protección del clima, sino al contrario, que vamos a invertir en las tecnologías sostenibles”.
Debemos encaminarnos, por tanto, hacia una transición verde y justa. En palabras del vicepresidente de la Comisión Europea, Franz Timmermans: “Esta crisis nos enfrenta a una cuestión existencial: ¿vamos a reconstruir las mismas cosas que teníamos antes? ¿O vamos a aprovechar la oportunidad para que surjan los nuevos empleos necesarios para el cambio en las próximas décadas?”
De acuerdo con esas tesis, Emilio Trigueros señala en “Turia” la idoneidad del camino marcado por Merkel y el conjunto de medidas que convendría seguir: “dar un salto radical de escala en la implantación de las energías renovables; fijar sistemas regionales de precios del dióxido de carbono; invertir en eficiencia en motores, electrodomésticos, aislamientos; y asegurar que la financiación de gobiernos y bancos llegue hasta las empresas y los ciudadanos, porque las tecnologías sostenibles requieren mayores inversiones de partida”.
Oportunidad de transformación
Afrontar con decisión los retos del cambio climático se muestra, a la vista de lo que está ocurriendo con la crisis del coronavirus, como una vía irreversible si queremos tener una oportunidad de futuro. Y para esa transformación deberemos conjurarnos en soslayar los ingentes obstáculos que a día de hoy se plantean.
No obstante, y a pesar de esas dificultades, Emilio Trigueros confirma que “muchas de las tecnologías para el cambio verde están disponibles hoy: la energía solar y eólica, o los coches eléctricos. Otras tecnologías, desafortunadamente, aún se hallan en una fase muy temprana de investigación, como las redes de hidrógeno, o los parques de baterías (que, por ejemplo, almacenan la electricidad solar y permiten disponer de ella en los días nublados). En el crucial lado del apoyo político y financiero, la financiación de las inversiones, a pesar de que la regulación está muy desarrollada en algunas regiones, como Europa o California, no se ha conseguido vincular a suficientes países a la fijación de un precio internacional para las emisiones de dióxido de carbono”. Ante este carrusel de quebrantos de la normalidad que vivimos hoy, Emilio Trigueros defiende en “Turia” que es en la sociedad donde debe tener lugar la revolución verde, la transición a lo digital. Y hay que hacerlo a través del debate, de la acción, de la toma de decisiones porque a medio plazo, tras mitigar los daños más duros del coronavirus, “sí se vislumbra una oportunidad de transformación”. Es hora ya de tener claro que “entre el futuro y el pasado, entre la incertidumbre de las crisis y el camino que buscamos, entre el miedo al porvenir y la maravilla de estar aquí, la vida, dicen, se pasa en un soplo”.