Continúa el cruce de informaciones a cuenta de la gestión del Hogar San José por parte de las religiosas que coordinan el funcionamiento del centro. Una polémica que comenzó hace dos meses a raíz de la publicación de una denuncia por parte de los empleados, que indicaban no disponer de equipos de protección adecuados.
Un material que estaba almacenado en las instalaciones del centro, y que presuntamente no había sido proporcionado por la dirección del mismo. Los trabajadores argumentaban que desde el 26 de marzo, el Gobierno de Aragón intervino la gestión del Asilo, por lo que era la DGA y no las religiosas, la responsable del centro y de distribuir el material de protección.
Semanas después, otra polémica aviva el funcionamiento diario del Hogar San José. Y es que la Fiscalía de Teruel ha abierto una investigación para esclarecer por qué había cinco toneladas de alimentos caducados en los almacenes del Hogar, una situación que saltó a la opinión pública a raíz de una entrevista a un trabajador del centro por parte de TVE.
En su descarga, el abogado de las religiosas explicaba al Heraldo de Aragón que la comida ya caducada estaba en una sala aparte para ser evacuada y eliminada y que en ningún momento iba a ser servida a los residentes.
Por todo ello, un grupo de trabajadores del Hogar San José nos remite una carta en defensa de la gestión de las Hermanas, que reproducimos de forma íntegra:
«A raíz de las numerosas publicaciones que han ido saliendo relativas a la Residencia San José de Teruel, a su funcionamiento y a la mala praxis de las religiosas del centro, así como de sus trabajadores, nos vemos en la obligación de dejar constancia del sentir mayoritario de las personas que allí desarrollamos nuestra labor.
En primer lugar, destacar que las hermanas están las 24 horas del día dedicadas al cuidado y bienestar de los mayores residentes.
En segundo lugar, que las hermanas responsables de la gestión del centro hasta que éste fue intervenido nunca han tenido el material de protección frente al Covid19, cerrado bajo llave, y siempre han velado por la protección y el bienestar de los residentes y trabajadores.
En tercer lugar, que a los residentes en ningún momento se les ha proporcionado alimentos en malas condiciones. Nunca se ha producido una intoxicación alimentaria. De hecho, estas afirmaciones son fácilmente comprobables, basta con pedir opinión a los familiares que, antes de la pandemia y el estado de alarma, venían diariamente a la residencia a dar de comer y cenar a sus padres, tíos, abuelos, etc. y que nunca les fue prohibido el acceso al comedor.
¿Alguien piensa que alguno de ellos hubiera consentido suministrar a sus familiares alimentos en mal estado? ¿No creen que hubieran denunciado esta situación? Las respuestas a estas preguntas son obvias y todos pueden deducirlas.
También hemos visto con sorpresa cómo un compañero ha realizado unas declaraciones en nombre de los trabajadores, cosa que no es cierta, puesto que no representa en modo alguno el sentir de la mayoría de los profesionales de la residencia. Son afirmaciones que ha realizado a título personal y que no recogen la realidad del Hogar.
Somos conscientes de que se han vivido semanas de enorme dificultad no solo en nuestra residencia, sino en el conjunto de la comunidad y también de nuestro país. Todos hemos cometido errores, la administración pública y los centros residenciales, al encontrarnos ante una realidad hasta ahora desconocida. Pero eso es una cuestión y otra muy diferente es que se esté desprestigiando a nuestras hermanas y nuestra residencia.
Por todo ello manifestamos públicamente nuestro apoyo total a la manifestación realizada por la congregación a través del comunicado remitido esta semana. Nosotros seguiremos dedicados a lo primordial de esta residencia: el bienestar, la salud y atención de los mayores, objetivos que siempre han guiado la actuación del Hogar San José de Teruel desde hace más de 135 años y que seguirán rigiendo en el futuro»