Por desgracia este titular es cada vez más un deseo que una realidad. Parece que el equipo de gobierno de la ciudad,pilotado por Buj y Fuertes, ha hecho un remake del clásico “Verde que te quiero verde” del Romance Sonámbulo de Lorca, para convertirlo en una especie de “Pasión de Motosierras”. Al menos esa es la impresión que da vistos los resultados que estamos teniendo en cuanto al“mantenimiento” y “arreglo” del arbolado en nuestra ciudad,o más bien erial antes de que acabe la legislatura. Al paso que vamos….
Estas talas no solo van ligadas a la propia actividad de conservación de las especies, sino a la completa ausencia de un mantenimiento en condiciones del arbolado. Sin embargo, parece que prefieren las grandes obras y proyectos antes que invertir cada año un poco más en el mantenimiento de la que podría haber sido una de las ciudades más bonitas y envidiadas de España por su reducido tamaño y su patrimonio único entre nuestras calles.
El destrozo de las riberas del rio, las últimas talas en la Calle San Fernando y alrededores y otras muchas que se han ido sucediendo a lo largo y ancho de nuestra ciudad, van vaciando poco a poco de árboles, de importante porte, las calles de nuestra ciudad. Unas talas que se dan por el inadecuado trabajo previo sobre estos árboles y zonas verdes. Esto, ligado a la desidia que se tiene hacia estos elementos, dan como resultado una ciudad cada vez más gris y menos verde.
Somos muchas y muchos los ciudadanos que queremos una ciudad más verde, viva y que conviva con los ecosistemas que en estas riveras y parques se generan. La pérdida de fauna y diversidad que puede darse a partir de ahora en la rivera del rio es incalculable, dejando en nuestra ciudad un vacío difícilmente reemplazable al corto plazo.
El trabajo ingente e incalculable que hacen asociaciones como Acacia y ciudadanos a nivel individual preocupándose pornuestro entorno natural, se ve frustrado por el nefasto trabajo de gestión que en este aspecto se lleva haciendo desde hace años. Porque el problema no viene de ahora, arrastra años de nula gestión y mantenimiento en este campo, dando como resultado que, al acometerse actuaciones sobre el mismo,acaben siendo un arboricidio en toda regla.
Un arboricidio que se lleva por delante ejemplares que llevaban más de 80 años en nuestra ciudad y que por mucho que ahora se replanten todos de golpe, tardarán años en ver sus frutos cuando podría haberse trabajado con una planificación adecuada en poda, talas y replantación que darían lugar a correctas actuaciones a nivel municipal. Sin embargo, estar instalados en un cortoplacismo en esta materia solo da estos resultados que nos llevan a una ciudad cada día más triste para desgracia de los y las turolenses.
Lamentablemente hay daños que ya están hechos y son irremplazables para la ciudad y espero que todo esto sirva para que quién este dentro de veinte años en el consistorio aprenda de los errores que se comenten actualmente y actué de manera sostenible, sensible con las zonas verdes y con una mentalidad de crear un Teruel más verde que algunos y algunas ya tenemos.