Beatriz Martín, senadora de la Agrupación de Electores Teruel Existe, intervino en la sesión parlamentaria del pasado 1 de diciembre para preguntar al ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska, qué medidas va a adoptar su ministerio para incentivar y fijar la dotación de plantillas de la Guardia Civil en la provincia de Teruel y en el conjunto del medio rural. La seguridad en el medio rural es una demanda que la Agrupación ha reclamado desde sus inicios, dada la carencia de agentes de este cuerpo en la provincia de Teruel y la España Vaciada, la extensión de territorio que cada agente debe cubrir -en algunos casos más de 75 kilómetros cuadrados- y el grave deterioro que presenta la habitabilidad en la mayoría de los cuarteles de la Guardia Civil en el medio rural.
Ante la pregunta de la senadora, el ministro Grande Marlaska respondió que el Gobierno de España es consciente de que el libre ejercicio de los derechos fundamentales y libertades públicas no puede depender del lugar de España donde uno resida. Por ello, añadió que se está trabajando en tres direcciones diferenciadas. Por una parte, la recuperación de efectivos perdidos entre 2011 y 2018, que llegó a suponer 12.000 agentes menos, También señaló que se trabaja en mejorar las condiciones laborales y retributivas de los agentes, “habiendo hecho efectivo el tercer tramo de la equiparación salarial y también fidelizando a los guardias civiles en los lugares de residencia”. Marlaska recordó que como ministro de Interior se comprometió a incorporar el reto demográfico en sus políticas y quiso subrayar que mantiene este compromiso.
Indicador que atienda a la extensión de superficie y no sólo al número de habitantes
“Me gustaría creer sus palabras y que se puedan llevar a cabo las medidas que acaba de explicar, pero lamentablemente las cifras de las que disponemos en los últimos años no son muy alentadoras”, apostilló en su turno de réplica la senadora Beatriz Martín.
Relató que, con los últimos traslados, la provincia de Teruel había perdido un total de 13 agentes de la Guardia Civil. Además, señaló que la mitad de los cuarteles de la provincia de Teruel -16 de un total de 32- solo están abiertos al público un día a la semana y en horario 9:00 a 14:00 horas. “En algunos de ellos el número de agentes asignados es solo 6 y no todos prestan servicio al ciudadano”, añadió.
“Cada agente debe cubrir en la provincia de Teruel 75 kilómetros cuadrados y a una sola patrulla le puede tocar atender a 65 núcleos de población y no hablemos del estado en el que se encuentran más de la mitad de los cuarteles de la provincia: falta de mantenimiento, carencias en el equipamiento y graves problemas de habitabilidad que hacen muy difícil la vida de las familias de los agentes”, aseveró Martín.
Con este ejemplo, quiso evidenciar el problema de infradotación en las plantillas de la Guardia Civil a la que se enfrenta no solo la provincia de Teruel, sino toda la España Vaciada y aseguró que la distribución territorial de los efectivos disponibles no permite atender a las necesidades de seguridad de este territorio.
“Como siempre, solo se toman decisiones respecto al ratio de agentes por el total de habitantes, pero volvemos a recordarles que es necesario utilizar un indicador que atienda también a la extensión de territorio en la que reside la población y se presta el servicio de seguridad”, indicó la senadora.
En este sentido, la senadora propuso una organización similar a la de la sanidad, donde la distribución de ambulancias se realiza por isocronas de distancia de atención al paciente. “¿Por qué no medimos la seguridad al ciudadano del mismo modo y se hace una distribución de efectivos de la Guardia Civil acorde al territorio?”, apuntó.
“Con esta situación, y sin ningún tipo de compensación o incentivo por parte del Estado, es evidente que cuando un Guardia Civil tiene que elegir destino, Teruel o cualquier otra zona de la España Vaciada se quedan a la cola de sus prioridades”, añadió la senadora.
Para concluir su intervención, Martín indicó al ministro de Interior que para llevar a cabo una buena gestión de la seguridad en el medio rural debería centrar sus esfuerzos en tres puntos concretos. En primer lugar, que todos los cuarteles, sin importar su ubicación, tengan unas condiciones de habitabilidad dignas para la vida de las familias de los agentes. También que cada comandancia tenga una plantilla suficiente para dar servicio en cualquier parte del país; “con tiempos de reacción de menos de 15 minutos si no quiere que la tasa de delincuencia aumente o incluyo haya más muertos en el medio rural”, apuntó la senadora. Y finalmente, que, para los agentes con destino en las provincias despobladas, “se plantee un complemento de territorialidad como ya se aplica en otras zonas del país, para que sea un aliciente y los agentes quieran elegir Teruel o cualquier zona del medio rural”, zanjó.