El senador de Teruel Existe, Joaquín Egea, se ha dirigido esta mañana al Vicepresidente segundo del Gobierno y Ministro de Asuntos Sociales y agenda 2030, Pablo Iglesias, para señalar que los objetivos de desarrollo sostenible en los que el ejecutivo quiere basar el eje vertebrador de sus políticas han de tener en cuenta y adaptarse a la realidad de todo el país, también a la de la España Vaciada. En este sentido ha señalado que las desigualdades sociales no se manifiestan de igual manera en zonas urbanas que en las rurales y ha abogado por soluciones diferentes en cada caso, ejerciendo una discriminación positiva hacia el medio rural en las políticas planteando que el Ingreso Mínimo Vital incentive la repoblación.
Egea en la sesión de la Comisión de Derechos Sociales del Senado ha manifestado que es esencial diferenciar entre sostenibilidad en las ciudades y en los territorios más despoblados y, en este sentido, ha señalado que “no debe pagar la España rural los desmanes de la España urbana”. Por esto mismo ha apuntado que igual que se ha desarrollado un mercado de derechos de contaminación para las industrias y éstas deben de pagar por las emisiones que generan, se cree también un sistema por el que las áreas que cuidan del territorio y que tiene un papel en la conservación, de un bien común, como el medioambiente sean recompensadas económicamente, dado que los bosques y espacios naturales son sumideros naturales que reciclan el CO2, generado por las industrias y la movilidad de las grandes ciudades.
“¿Tiene sentido que la sostenibilidad del medioambiente la asuma el 10% de la población, que sufre peores servicios públicos y comunicaciones? Es evidente que es injusto”, ha apuntado el senador y ha subrayado que, en la mayoría de los países más desarrollados del mundo, existen políticas específicas de desarrollo rural para mejorar la situación de estas zonas y valorar su importante función bio-económica.
Desigualdades sociales en el ámbito rural.
Egea ha destacado que precisamente ese 10% de los españoles, menos de cinco millones de personas, viven en el 70% del territorio, pero es este pequeño porcentaje el que soporta y ejerce una función de custodia y cuidado del medioambiente. Sin embargo, ha lamentado que el hecho de ser pocos y repartidos se convierte, habitualmente, en la justificación de unos servicios públicos deficientes o incluso inexistentes. “Según el indicador AROPE, el 35% de la población rural en España tiene más posibilidades de caer en la pobreza o exclusión social que la población que vive en las ciudades”, ha apostillado el senador de Teruel Existe.
También en este aspecto, las condiciones y características de la exclusión en el medio rural son diferentes a la que existen en las ciudades y Egea ha señalado algunas de éstas como es la existencia de una población envejecida con pensiones por debajo de la media y con escasos servicios de atención a la dependencia. También se ha referido a la población migrante que trabaja por cuenta ajena en un sector agrario que suele contar con niveles de precariedad muy elevados o a las familias cuyas rentas se componen de una pluralidad de ingresos todos ellos escasos e inseguros.
Ingreso Mínimo Vital: una estrategia que puede fomentar la repoblación
Para ello, desde la Agrupación de electores se ha propuesto al Gobierno que el nuevo Ingreso Mínimo Vital (IMV) incluya, junto con los objetivos sociales previstos para atender la situación de emergencia social derivada de esta crisis, una discriminación positiva que fomente la repoblación y reactivación de la economía en las áreas despobladas del medio rural y también para garantizar la sostenibilidad territorial.
“En el medio rural es viable conseguir trabajos eventuales con ingresos que complementen esta renta mínima, lo que llevaría a reactivar otras actividades económicas”, ha asegurado el senador y ha añadido que esta medida permitiría “aportar nuevo capital humano, mantener vivos servicios como el comercio, la hostelería y generar otros nuevos de los que carece el medio rural como son los servicios de transporte o fortalecer la sostenibilidad de las zonas rurales al ocupar el territorio, de modo que se cuidaría el medio natural con nuevas actividades de vigilancia”.
Desde Teruel Existe consideran que el Ingreso Vital Mínimo no es la única solución a los problemas y que todavía queda mucho trabajo que hacer en el plano social y político, pero sí lo ven como un avance para el objetivo de repoblación, ya que quizás con este recurso haya familias que se planteen un cambio de vida hacia el mundo rural. “Excluir lo rural en el debate de cómo salir de esta pandemia viral es excluir a quienes nos alimenta y a los únicos que a día de hoy mantienen y cuidan la tierra de forma consciente, conocedores mejor que nadie de que su propia supervivencia depende de ello”, ha zanjado Egea.