A más de 1.580 metros sobre el nivel del mar, entre el cielo y la tierra, Gúdar vigila la cabecera del alto Alfambra.
Esta localidad, de origen celtíbero, de pinares y pastizales, de temperaturas extremas y gentes curtidas, pone a nuestros pies rincones típicos de alta montaña, espacios donde la naturaleza cautiva a propios y extraños pero ante todo, un lugar que permite desarrollar un proyecto de vida tranquila pero plena, que atrapa y engancha.
El valle de Motorritas, Los Caños, La Dehesa, la ermita de Santa Quiteria, la de La Magdalena o el Parque Cultural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra se han convertido sólo en la excusa perfecta para Inma, Ana Belén, Juanjo, David, Marta, Ángel o Silvia. Todos ellos han elegido este lugar por devoción y porque aquí, pueden amanecer cerca del cielo.