La consejera de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento del Gobierno de Aragón, Maru Díaz, ha subrayado que en esta comunidad autónoma «no tenemos un problema de falta de cobertura de Internet, sino de baja calidad» y, por eso, se ha propuesto como objetivo adelantar de 2025 a 2023 la hoja de ruta estatal para pasar de los 30 a los 100 megas de velocidad de red. «Queremos Internet de cien megas en el cien por cien del territorio», ha remarcado.
Díaz ha explicado, en una entrevista concedida a Europa Press, que menos del uno por ciento de la población aragonesa no tiene ningún tipo de acceso a Internet, pero el despliegue realizado, que acabó el año pasado, «está pensado para un uso muy poco intensivo».
La pandemia del coronavirus SARS-CoV-2 «ha acelerado los tiempos», ha adelantado las necesidades «casi diez años». Ahora «todos usamos con normalidad videoconferencias», el teletrabajo es una realidad y se ha incrementado el ocio por Internet, entre otras cosas.
Díaz ha considerado que luchar contra la despoblación en el siglo XXI es «sinónimo de acceso a Internet» de calidad porque en estos momentos «no se puede trabajar, ni emprender en el medio rural, si no es con una conexión». Si hace un siglo «tener agua o luz era clave para el desarrollo, ahora lo es Internet», y puede atraer a jóvenes con acceso al teletrabajo «que ven en los pueblos una salida vital» y en Aragón «tenemos enclaves preciosos».
La consejera ha comentado que una de las «demandas mayoritarias» del territorio es ese acceso a Internet de calidad, si bien ha advertido de que es un mercado regulado, «no un derecho y las administraciones no tenemos la potestad para prestarlo, ni aunque quisiéramos», solo pueden conceder subvenciones para que haya cobertura donde de otra manera no la habría. «Mientras sea un negocio, llevar Internet al medio rural nunca va a ser rentable y siempre vamos a ser los últimos con la siguiente tecnología que se implante», ahora, por ejemplo, el 5G.
Para Díaz, esto va a ser tema de debate «en todas las administraciones» y «necesitamos cambiar los marcos regulatorios porque vamos a tener que estar invirtiendo continuamente para mejorar los anchos de banda porque cada vez consumiremos más datos», y será preciso disponer de una tecnología «que pueda escalar» ese incremento de demanda.
La consejera ha traído a colación que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, planteó el pasado mes de noviembre, por primera vez, que el acceso a Internet sea un derecho, y existe una declaración de la Organización de Naciones Unidas que determina que es un derecho humano, por lo que «es algo que va a ser una realidad en los próximos años, pero exigirá primero modificaciones legales europeas y luego competenciales en el ámbito nacional y autonómico».