El presidente de la Diputación de Teruel, Manuel Rando, ha querido trasladar en su primer acto de San Jorge como máximo responsable de la institución, un mensaje de optimismo frente a la pandemia y ante la constante amenaza de la despoblación. “Durante demasiado tiempo nos han hecho creer que el futuro pasa por otro modelo de vida” pero frente a este “cosmopolitismo” existe una estrategia, el “positivismo realista, sin engañar a nadie. Tenemos que hablar de esta provincia en positivo. Basta ya de lamentos”. Y en esta línea, se ha mostrado convencido de las posibilidades de la provincia: “Después de la tragedia que ha supuesto la pandemia, se abre un tiempo nuevo para nuestra provincia que debemos saber aprovechar”.
Rando ha pronunciado su primer discurso del acto del Día de San Jorge como presidente de la DPT, tras suspenderse esta celebración el pasado año por la pandemia, y lo ha hecho en la excolegiata de Santa María de Mora de Rubielos. Con este gesto de llevar por primera vez el acto a una sede de fuera de la capital de la provincia, el equipo de gobierno en la Diputación de Teruel ha querido hacer un guiño a la descentralización de las administraciones que defiende desde que comenzó la legislatura. Además, la edición de este año ha supuesto el estreno de un logotipo propio que identifica esta celebración, con el protagonismo de San Jorge y el Dragón, así como un espacio en la web de la institución provincial donde se dan a conocer los galardones y los galardonados a lo largo de los últimos años.
El acto, con aforo limitado y restricciones obligadas por la pandemia, ha contado con la actuación de la cantante alcorisana Isabel Marco, que ha puesto voz a las canciones de uno de los homenajeados, Joaquín Carbonell. También ha habido un emotivo recuerdo en forma de video para quienes más han sufrido los efectos de la pandemia este último año y un homenaje, como es tradicional, a las personas galardonadas con la Cruz que han fallecido desde la última celebración de San Jorge: José Asensio Lamiel, Purificación Atrián y Antón García Abril. El acto se ha cerrado con la interpretación del Himno de Aragón a cargo de la Banda de música de Mora de Rubielos. .
Antes de la celebración del acto institucional en Mora de Rubielos, el presidente Manuel Rando y el vicepresidente Alberto Izquierdo han realizado la tradicional ofrenda de flores a San Jorge tras la celebración de la misa en la Iglesia de la Merced de Teruel. Ambos han entregado las máximas distinciones de la Diputación a las familias del expresidente de Aragón, Santiago Lanzuela, y del cantautor turolense, Joaquín Carbonell.
“El dragón, al final, va a ser derrotado”
El presidente ha empezado su discurso recordando a las víctimas de la pandemia al tiempo que ha querido trasladar un mensaje de esperanza, con el ejemplo que supone la celebración de este acto que el pasado año no fue posible: “Cualquier conquista de un espacio de normalidad, por pequeño que sea, es una victoria sobre el virus que ha puesto patas arriba toda nuestra realidad. Aún con las limitaciones, y siempre manteniendo la prudencia necesaria ante un fenómeno al que aún estamos conociendo, creo que empezamos a sentir que esta batalla la vamos a ganar” y en ese sentido ha añadido que “la historia de terror se ha convertido en una de superación, de confianza en el ser humano y en la demostración de su capacidad para sobreponerse a los golpes de la historia. El dragón, al final, va a ser derrotado”.
Entre esas víctimas están los homenajeados este año con la Cruz de San Jorge de la Diputación que “merecían, sin duda, nuestra máxima distinción y debíamos habérsela entregado en vida”. “Tanto Santiago como Joaquín apostaron por su tierra. Lucharon con optimismo por sus posibilidades. Demostraron ser creyentes… Y esto es algo importantísimo, porque estoy convencido de que, durante mucho tiempo, a esta tierra le ha faltado creer en sí misma” ha dicho Rando.
En esta línea, ha señalado la importancia del cambio de mentalidad sobre la vida en el medio rural, entre otras cosas porque “en los propios pueblos, desde el más pequeño al más grande, existe una militancia activa por su supervivencia”. Y por ello, ha dicho que desde la Diputación han solicitado un nuevo enfoque curricular en las escuelas e institutos que no se base exclusivamente en una visión cosmopolita de la sociedad: “Una primera revolución pasa porque un niño no relacione inmediatamente ciudad a progreso y campo a retraso o incultura”.
Ha rechazado además “frases hechas o definiciones simplistas” porque “no, no es una España vacía ni está vaciada. Somos unos cuantos y tenemos ganas de vivir, de crecer, de soñar con nuevas oportunidades”.
El presidente ha defendido además la labor de la Diputación apoyando a los municipios, de la mano de los ayuntamientos, con planes tan ambiciosos como el Plan de Obras y Servicios, que permitirá invertir este año 35 milones de euros, o el de empleo, con 3,4 millones de euros. Ha recordado además, los retos a los que se está respondiendo desde la Diputación como la conectividad o la mejora en las carreteras, en la que se está invirtiendo “más que nunca”. Y el necesario apoyo a la prestación de servicios, como la educación, la sanidad, la seguridad, los autonómos o los sectores que más han padecido la pandemia.
Y todo ello, apostando por la “coordinación institucional” y la “unidad clave”, utilizando herramientas fundamentales como es el Fondo de Inversiones de Teruel, cuya gestión se ha mejorado en los últimos años para que sea más eficiente.
“Después de la tragedia que ha supuesto la pandemia, se abre un tiempo nuevo para nuestra provincia que debemos saber aprovechar” ha dicho el presidente, aprovechando que existe mayor sensibilidad que nunca hacia los problemas de la España interior. Van a llegar muchos recursos y deben servirnos para acometer una nueva transición hacia la nueva modernidad, verde, digital… sana… Hemos de hilar fino para que los fondos europeos de recuperación apuntalen nuestra propia estrategia.
En su discurso ha querido recordar también la labor de los ayuntamientos, especialmente haciendo frente a la pandemia en primera línea, y se ha sumado a la reivindicación expresada por el presidente de Aragón Javier Lambán para reclamar una “nueva financiación local que ponga de una vez por todas fin a un agravio que ya es totalmente necesario revisar”.
Ha agradecido además el trabajo de los empleados de la Diputación de Teruel durante este último año tan difícil, y lo ha hecho en un acto en el que se homenajea también a los trabajadores jubilados y fallecidos de la institución provincial.