El presidente de la Diputación de Teruel, Manuel Rando, ha hecho un llamamiento a los turolenses para que disfruten con la debida responsabilidad de las maravillas que ofrece la provincia durante el próximo puente festivo de diciembre. Lo ha dicho junto a uno de los mayores atractivos de estas fechas en el territorio, la reserva natural de la laguna de Gallocanta, donde ha disfrutado del espectáculo de la entrada al anochecer de las 20.000 grullas que se concentran ahora allí.
Después de que el Gobierno de Aragón haya levantado el cierre perimetral de la ciudad de Teruel y dado que se mantiene el confinamiento de la provincia, Rando ha señalado que es un buen momento para “conocer mejor lo nuestro, para ser después los mejores embajadores”. Ha explicado que “sentir Teruel viviendo experiencias como las que ofrece en estas semanas la laguna de Gallocanta no es incompatible con seguir las normas sanitarias y de seguridad precisas para evitar los contagios”. Por eso, ha animado a empezar a planificar un viaje o visita por la provincia durante este puente o las fechas navideñas “dentro de la responsabilidad que debemos de tener cada uno en nuestros desplazamientos”.
El presidente de la Diputación de Teruel ha visitado en primer lugar el Centro de Interpretación de la Laguna de Gallocanta, gestionado por el Gobierno de Aragón. Junto al diputado de Turismo, Diego Piñeiro, se han interesado por las actividades que se realizan y la forma en la que se han adaptado a las restricciones que provoca la pandemia.
El Centro de Interpretación ha adaptado sus espacios, guardando las distancias y con un aforo de 5 personas. Se puede acceder a los paneles informativos, pero no a la exposición interactiva. Del mismo modo, el audiovisual se proyecta unicamente para grupos de convivientes. Las visitas guiadas alrededor de la laguna siguen siendo gratuitas tras reserva telefónica, pero están limitadas a 6 personas. Incluso se han puesto en marcha recorridos a pie los lunes y los jueves, también con reserva previa y con limitación de aforo.
Unas 10.000 personas de media se acercan cada año por el Centro de Interpretación, siendo el otoño y en particular el puente de diciembre una de las fechas más destacadas. Desde que comenzó la pandemia y especialmente desde que se han implantado los confinamientos perimetrales, las visitas han bajado mucho en números totales, aunque las restricciones de aforo hacen que las citas estén casi siempre completas.
Los guías de la Reserva Natural han explicado a Manolo Rando y Diego Piñeiro que los visitantes llegan pensando en un espacio abierto libre de Covid-19 y masificaciones. “Quieren desconectar de la situación en la que vivimos y alejarse de las ciudades”, ha dicho la educadora ambiental Carmina Franco antes de explicar que cada unidad de convivencia va con su coche en las visitas y cuando se detienen en los observatorios se desinfectan de forma constante las ópticas y se utiliza gel hidroalcohólico.
“El sector turístico y el hostelero se están adaptando muy bien a la situación, con mucha responsabilidad. En general, disfrutar de un fin de semana o de cuatro o cinco días de actividades por nuestra provincia no debe ser un problema, más bien es una necesidad. Hay que mantener vivo el tejido turístico turolense. Os pido que les demos cariño, que les ayudemos”, ha dicho Manuel Rando apuntando que, en una situación normal, el puente de diciembre sería un gran éxito para el sector turístico en “una provincia cada vez mejor posicionada”.