Con motivo del “Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer”, desde la sectorial provincial institucional de Igualdad, se ha elaborado un manifiesto conjuntamente por parte de los y las representantes del Área de Igualdad de la Diputación Provincial de Teruel, la Unidad contra la violencia sobre la mujer de la Subdelegación del Gobierno y las diez Instituciones Comarcales de nuestra provincia.
Con se pretenden abordar dos objetivos: recordar a las mujeres que han perdido la vida como consecuencia de la violencia de género a manos de sus parejas o exparejas, y en algunos casos la de sus hijos e hijas; y unirnos al resto de organizaciones y colectivos sociales que expresan públicamente su rechazo más absoluto a la violencia de género, siendo ésta la manifestación más cruel y extrema de la desigualdad entre los hombres y las mujeres. Se cumplen 21 años desde que la Asamblea General de las Naciones Unidas designara el 25 de noviembre como el “Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer”, con el fin de denunciar la violencia que se ejerce sobre las mujeres en todo el mundo y reclamar políticas en todos los países para su erradicación.
Esta declaración institucional quiso poner de manifiesto que la violencia de género no sólo es un atentado contra los derechos humanos de las mujeres y sus libertades, sino que además supone un obstáculo para alcanzar la igualdad, el desarrollo y la paz. Ese mismo año, la Unión Europea declaró 1999 como el “Año europeo contra la violencia hacia las mujeres”. Desde entonces, la violencia de género dejó de ser un asunto relegado al ámbito privado, dándole visibilidad a través de la denuncia pública de las graves consecuencias que tiene tanto para las mujeres como para el conjunto de la sociedad.
Nuestro país fue pionero en la lucha contra esta lacra mediante la aprobación por unanimidad en el año 2004 de la Ley de Protección Integral contra la Violencia de Género y su posterior reforma en 2015 1 incluyó a las hijas e hijos de madres que sufren maltrato. En España, se han ido desarrollando diferentes campañas de sensibilización dirigidas a la ciudadanía que notablemente han contribuido a un cambio de actitud en la población, rompiendo con ese silencio que jamás debió existir. Sin embargo, la colaboración ciudadana sigue siendo fundamental en la detección de una situación de maltrato, siendo capaz de dar la voz de alarma cuando las víctimas no pueden.
Por eso, queremos agradecer la colaboración de todas esas personas anónimas, y pedir a las familias y a las amistades de mujeres que pueden estar en riesgo, que alcen la voz por ellas, que acudan a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que llamen al 016, o utilicen la aplicación de móvil Alertcops. Las estadísticas arrojan la cifra de 1.072 mujeres asesinadas en España desde 2003. Un número que es aún más desgarrador, puesto que deja fuera a otras formas de violencia hacia la mujer, según recoge el Convenio de Estambul (ratificado por España en 2014), y que van más allá de la relación sentimental entre una pareja o expareja, como son por ejemplo los asesinatos de madres y hermanas, de mujeres en situación de prostitución y aquellas otras asesinadas por el hecho de ser mujeres. En este sentido, el Pacto de Estado contra la Violencia Género aprobado en 2017 promueve desde las instituciones públicas acciones destinadas a la prevención e intervención en la lucha contra todo tipo de violencia sobre las mujeres. Creemos firmemente que sólo desde la Educación se pueden cambiar patrones de comportamiento y asentar con solidez los pilares del respeto y la igualdad que forjarán a los hombres y mujeres del mañana. La mejor forma de prevenir la violencia de género es educando en valores de igualdad desde la infancia y de forma transversal.
Del estudio elaborado por el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género sobre los primeros 1.000 casos de víctimas mortales por violencia de género en España, se desprenden datos tan preocupantes como que una víctima de violencia de género tarda una media de 5 años en denunciar el maltrato y que poco más de la cuarta parte de las mujeres asesinadas había interpuesto una denuncia previa. Hay todavía demasiadas mujeres que callan y ocultan el maltrato al que están sometidas. Y ese silencio, en algunos casos, las mata. Denunciar salva vidas y, por tanto, debe ser como sociedad una de nuestras prioridades descubrir esa violencia todavía invisible. Solo detectando de forma precoz los síntomas que avisan de un posible maltrato, podremos adelantarnos a las situaciones de alto riesgo.
Otro triste dato es que el 75 % de las mujeres asesinadas eran madres (y en lo que va de año 23 menores han quedado en situación de orfandad). Aunque se han producido asesinatos machistas en todas las provincias, se constata que en torno al 70% de los casos ha tenido lugar en pueblos o ciudades de menos de 100.000 habitantes, por lo que es necesario redoblar los esfuerzos en el ámbito rural para que las mujeres se sientan apoyadas y protegidas. Por otra parte, la Fiscalía General del Estado en su Memoria de 2019 alerta del aumento de la violencia machista entre jóvenes (especialmente de naturaleza sexual), de la ejercida a través de las redes sociales y de las agresiones sexuales perpetradas en grupo.
Ante estos incuestionables datos, no vamos a dejar que se niegue la existencia de una violencia específica hacia las mujeres, porque quienes niegan que el machismo mata, las está condenando al silencio. No vamos a permitirlo. Supondría un fracaso y una vulneración de los derechos humanos que no puede tener cabida en una sociedad. ¡Necesitamos unirnos contra la violencia de género! En este año 2020 que todavía no ha finalizado, expresamos con dolor nuestra repulsa y unánime condena de los asesinatos de 39 mujeres y 3 menores. No podemos permitir que se siga matando a las mujeres por el simple hecho de serlo. Nada puede justificar un asesinato machista, porque a nadie le pertenece la vida de nadie. Es necesario gritar ¡Basta ya! Para finalizar, no debemos olvidar que, tras las cifras, hay vidas que se han truncado para siempre, mujeres que ya no podrán hacer proyectos de futuro, ni ver crecer a sus hijos e hijas.
Desde aquí, enviamos a sus familias y personas cercanas todo nuestro afecto y solidaridad.