Los puestos del mercado ambulante de los sábados han pasado de 20 a 75 desde que el Ayuntamiento de Teruel decidiera cambiar su ubicación a la Calle Barcelona en el Ensanche; lo que supone que 55 nuevos comerciantes han solicitado permiso al Consistorio para poder instalar sus paradas. Entre ellos, 20 puestos son de alimentación y el resto de textil y calzado.
El concejal de Empresas, Comercio y Empleo, Ramón Fuertes, ha considerado “un gran éxito” el cambio de ubicación, que ha provocado una gran afluencia de clientes y el sustancial aumento de ventas de los comerciantes pese a las restricciones en el número de puestos y las medidas de seguridad diseñadas por el Consistorio para evitar contagios.
“Nuestro objetivo es que a los comerciantes de Teruel les vaya lo mejor posible y por eso planteamos este cambio de ubicación, que ha sido un acierto. Nos alegra ver que las decisiones consensuadas entre el equipo de gobierno, los vecinos y los comerciantes permiten beneficiar a muchos autónomos en momentos duros de crisis”, ha añadido.
Además, Fuertes ha destacado que el aumento de puestos se ha dado en unas circunstancias “de crisis económica y de estrictas medidas de seguridad”, por lo que se ha mostrado convencido de que, una vez superada la pandemia, “el mercado de los sábados va a ser un referente en la ciudad. “Este gran ambiente beneficiará al comercio de la zona y a la hostelería cuando pueda volver a abrir sin restricciones, por lo que el éxito es doble. En el Ensanche vive el 60% de la población de Teruel y es necesario seguir dinamizando la actividad económica del barrio y aportando alternativas de comercio y ocio a sus vecinos”, ha indicado.
En ese sentido, el concejal ha recordado que el Ayuntamiento mantiene las medidas de seguridad aplicadas en las últimas semanas: los puestos deberán guardar una separación de dos metros y medio entre ellos y la distancia entre los comerciantes y los clientes deberá ser de dos metros, por lo que solo se autoriza el montaje de la mitad de los 75 puestos cada sábado.
Según la nueva ordenanza, el horario de venta será de 9 a 14:30 horas, mientras que la carga y descarga se limita solo de 6:30 y 8:45 para evitar molestias a los vecinos. Además, los vehículos no podrán estacionar en las calles del mercado a partir de las 9 y los comerciantes deberán encargarse de la limpieza del puesto durante y después del horario de venta, pudiendo ser sancionados en caso de no hacerlo. El Ayuntamiento de Teruel también ha abierto la posibilidad de que asociaciones sin ánimo de lucro puedan instalar sus puestos una vez al mes para vender sus productos.