En la tarde del 14 de agosto, los agentes de la Guardia Civil fueron avisados de que un niño de 2 años se había quedado encerrado de forma accidental dentro de un coche, con la mano atrapada en la maneta de la puerta.
Debido a las altas temperaturas y al alto grado de nerviosismo del menor, los agentes decidieron romper el cristal de la ventanilla y así poder sacarle del vehículo.
Una vez fuera, los efectivos de la Guardia Civil trasladaron al menor al centro de salud más cercano ya que la mano atrapada presentaba evidentes síntomas de aplastamiento.
De nuevo, la Guardia Civil quiere agradecer la colaboración ciudadana mostrada de manera desinteresada por los vecinos de la localidad, puesto que con la pala de un tractor dispensaron sombra al vehículo en el que se encontraba el menor para poder paliar, en la medida de lo posible, los efectos del intenso calor, mientras se realizaban los servicios de rescate.