La gran exposición del Museo de Teruel ‘Non Modo Bellum, vida cotidiana en la ciudad antigua de La Caridad (Caminreal)’ abre sus puertas al público tras el acto de presentación celebrado, esta mañana, con ocasión del Día Internacional de los Museos. El presidente de la Diputación de Teruel Manuel Rando ha acudido a la apertura de la muestra junto con el diputado de Cultura Diego Piñeiro, el director del Museo Jaime Vicente, la comisaria Beatriz Ezquerra, el alcalde de Caminreal Joaquín Romero, la adjunta al comisariado Sara Azuara, la directora de los trabajos de restauración Pilar Punter y el responsable del diseño y el montaje de la exposición Jesús Moreno.
“Quiero poner en valor el trabajo realizado en esta exposición, que es una de las más potentes que ha organizado el Museo de Teruel, así como a todas las personas que creemos en la cultura y en el patrimonio”, ha destacado Rando.
El presidente ha señalado que esta muestra y los trabajos realizados en el yacimiento arqueológico de La Caridad constituyen “una oportunidad para Caminreal, para la Comarca del Jiloca y para la provincia de Teruel porque la cultura y el patrimonio también generan actividad económica. Por tanto, si sumamos fuerzas podemos llevar a esta comarca a ser una zona de primer nivel”.
El diputado Diego Piñeiro ha indicado que, desde la DPT, los objetivos marcados en torno al yacimiento han sido conseguir aumentar “el conocimiento sobre este enclave y hacerlo más accesible para la población. Creemos que es un diamante en bruto que tenemos en nuestra provincia y durante estos cuatro años hemos trabajado en que cada vez tenga más nombre y sea más conocido, un trabajo que culminamos con esta gran exposición ”.
Por su parte, el director del Museo y también comisario de la muestra ha explicado que el lema que le da nombre ‘Non modo bellum’ significa ‘no solo guerra’: “Hemos utilizado esta expresión porque queremos incidir en que la vida de las ciudades de la antigüedad, en este caso del mundo celtibérico, no es solo la guerra. Es verdad que había una actividad bélica pero era desempeñada por una parte pequeña de la población, el 90 % restante se dedicaba a otras tareas”, ha expuesto.
Además de la presentación, hoy a las 20:00 horas, el Museo también organiza una visita comentada por los comisarios de la muestra, Jaime Vicente y Beatriz Ezquerra, que estarán acompañados por la adjunta al comisariado Sara Azuara y la directora de los trabajos de restauración Pilar Punter.
Sobre la exposición
La exposición, que estará abierta al público hasta el 22 de octubre, está compuesta por 601 piezas arqueológicas y dos conjuntos de piedras y tabas, que se han extraído del yacimiento de La Caridad, a lo largo de los casi 40 años que lleva el Museo investigando este enclave. Estos objetos, que están restaurados y contextualizados, ofrecen al visitante una visión general de las características de la vida de los antiguos pobladores del valle del Jiloca, entre los siglos II y I a.C.
La primera parte de esta muestra expone la historia y cronología de la ciudad antigua. A través de un vídeo, se presenta el yacimiento arqueológico y se realiza un recorrido aéreo por los restos actualmente conservados, incorporando recreaciones de algunas de las viviendas y el proceso de destrucción.
Asimismo, la exposición también explica y analiza los distintos recursos naturales de los que se pudo valer la ciudad para organizarse y subsistir. El armamento tanto romano como celtibérico o indígena es otra de las secciones incluidas en la exhibición, junto con un apartado dedicado a los aspectos constructivos de la ciudad, como el urbanismo o las viviendas domésticas.
Uno de los elementos más sorprendentes es la recreación del mosaico del salón de la casa de Likine, la más extensa y compleja de las excavadas. En la exposición, este suelo marca la entrada a la estancia dirigida a la vida doméstica en la ciudad antigua, que se centra en aspectos como la elaboración de alimentos y su consumo, los objetos ornamentales o la higiene, entre otros.
Por otro lado, la muestra aborda los trabajos y las actividades de carácter económico y artesanal más destacados, como la elaboración de objetos metálicos a través de las fraguas, la carpintería, el curtido de la piel o el textil, el cual fue muy significativo. Este apartado se completa con espacios dedicados al comercio y la moneda.
La última sección está orientada a aspectos sociales como la religiosidad o las inscripciones, que constituyen uno de los conjuntos más interesantes de ámbito celtibérico. La guinda final la pone un vídeo resumen de la historia de la excavación en el que aparecen testimonios de personas que han participado en ella desde el descubrimiento del yacimiento, por parte de unos vecinos de Caminreal, y su comunicación al Museo de Teruel, hasta las últimas investigaciones realizadas.