En
política se le ha dado tradicionalmente mucha importancia a las palabras, a las
manifestaciones que se realizan para explicar unas determinadas actuaciones o
para justificar un posicionamiento concreto. Pero son mucho más relevantes los
hechos, las acciones que explican cuáles son tus prioridades. De las palabras
los ciudadanos no se pueden ver beneficiados. De los hechos sí, porque influyen
directamente en la vida de las personas.
El problema que tiene una mentira repetida hasta la saciedad no es que se
convierta en realidad, hecho que nunca se producirá. La principal consecuencia
es que puede provocar confusión y acabe por creerse por parte de la ciudadanía,
que actúa de buena fe y tienden a creer las afirmaciones de sus gobernantes.
Por eso, el Grupo Provincial del Partido Popular en la Diputación de Teruel nos
vemos en la obligación de corregir algunas afirmaciones realizadas por el
máximo responsable de la institución, Manuel Rando, en una carta al director
publicada en diversos medios provinciales.
Durante su misiva dedicó no pocos esfuerzos a mostrar su postura contraria a la
consideración de lo que hoy son popularmente conocidos como “barrios”, que no
es más que el resultado de una evolución histórica de las localidades que pasan
a depender de una entidad local mayor. Ahí no debería estar situado el debate,
sino en qué debemos hacer por garantizar a los vecinos de esos barrios la mejor
calidad de vida posible y que no se vean como turolenses de segunda o tercera.
De ese sentimiento bien saben algunos de los que pertenecen a Calamocha.
A la hora de defender su posicionamiento político, el señor Rando tiende a
incurrir en demasiadas ocasiones en mentiras e inexactitudes que no podemos
admitir. Si su forma de hacer política es esa o la de desacreditar a la
oposición, allá él. Nosotros no podemos aceptarlo y no vamos a permanecer
callados ante sus palabras. La ciudadanía tiene derecho a conocer la verdad y a
no ser engañada.
MIENTE cuando afirma, muy a la ligera por cierto, que el Partido Popular quería eliminar municipios. Y lo hace a sabiendas porque conoce la realidad. Si hay una formación garante y defensora de las entidades locales ha sido y es el PP. Tanto que incluso encabezó una rebelión silenciosa por parte de los ayuntamientos de todo el país y de multitud de signos políticos para evitar que el Gobierno de Pedro Sánchez confiscara el ahorro de todos ellos para pagar sus políticas de despilfarro y reverencia a las formaciones políticas nacionalistas, independentistas y proetarras que le mantienen anclado en el sillón de La Moncloa.
Que el partido político que ostenta el mayor número de alcaldías de la provincia y que gobierna, a través de los diferentes ayuntamientos, a la mayoría de los turolenses pretende o pretendió en el pasado acabar con estas entidades es una afirmación que no vamos a aceptar. Porque nuestros hechos nos avalan y evidencian que ponemos todo nuestro esfuerzo en mejorar la vida de todos los turolenses, desde el residente en la capital hasta el más pequeño de sus municipios, con sus barrios incluidos. Ahí centramos toda nuestra atención, no en palabras huecas o en intentar justificar en ocasiones lo injustificable. Eso sí, siempre con respeto.
Y MIENTE también cuando se atribuye la medalla de los fondos que van a recibir los barrios. Solo con echar un vistazo a la hemeroteca bastaría para comprobar que fue bajo el gobierno del Partido Popular en la Diputación Provincial de Teruel, con Carmen Pobo a la cabeza, cuando por primera vez se tuvieron en cuenta a los barrios a la hora de asignar los fondos. Partidas que recibían los municipios con celeridad, no como ahora, y que se estipularon por criterios exclusivamente objetivos. Es decir, dejamos el sectarismo que caracterizaba a otros e introdujimos a la institución en el siglo XXI y en lo que demandaban los nuevos tiempos.
Lo que hoy está disfrutando el señor Rando no es más que el fruto de una gestión responsable y coherente, que va a permitir destinar cuantiosos fondos a los municipios. En apenas 8 años se consiguió, con mucho esfuerzo y grandes sinsabores, darle la vuelta a la situación económica de la Diputación de Teruel. De deber más de 70 millones de euros se pasó a reducir notablemente esa deuda y a disponer de mayores remanentes que obligaciones con las entidades bancarias. De gastar en cuestiones superfluas se viró a destinar las mayores cuantías posibles a los municipios para que pudieran hacer frente a las dificultades que vivieron en la anterior crisis económica y a sus inversiones más demandadas.
Desde el Grupo Provincial del Partido Popular le pedimos que ponga todo su empeño en pensar en los 236 municipios y sus barrios, que llevan mucho tiempo leyendo en medios de comunicación ingentes cantidades de dinero de las que todavía hoy no pueden hacer uso porque no ha hecho su trabajo. Le reclamamos también que sea diligente en la gestión de la institución porque el momento actual no permite retrasos y descansos, exige mucha más rapidez. Y le exigimos que no mienta, que diga siempre la verdad y que trate al que no piensa como él con el respeto que se merece.
La política es precisamente eso: el arte de la palabra y la acción para cambiar la vida de los ciudadanos, siempre desde la máxima ejemplaridad con los que defienden posicionamientos diferentes en favor de un acuerdo que, con la aportación de todos, será mucho más positivo para los turolenses. El insulto y la mentira no debe tener cabida nunca en nuestra vida, menos en un cargo tan importante como el que usted ostenta y en ocasiones no dignifica.
