Gobierne quien gobierne: subida de pensiones públicas y salarios con el IPC

Mientras que el IBEX de las grandes empresas y bancos amparados por las instituciones europeas y gracias a la desviación de recursos públicos arrojan unos beneficios escandalosos para la clase trabajadora y el colectivo pensionista, sigue aumentando la precarización de las condiciones de vida, aumentan las colas sanitarias, las empresas privadas campan por sus fueros en las residencias de mayores y el poder financiero de nuestro país apoyado por la Comisión Europea exige profundizar aún más el recorte de pensiones públicas y su privatización, al tiempo que las pensiones mínimas hunden en la pobreza a cientos de miles de familias obreras. El movimiento pensionista sabe perfectamente como se pueden revalorizar nuestras pensiones: con la movilización generalizada y la organización permanente. Si queremos evitar este año que se congelen las pensiones, hay que exigir masivamente su revalorización y la recuperación del poder adquisitivo perdido. Si queremos evitar el saqueo de los recursos públicos es necesario generar una amplia respuesta este mismo otoño. El año pasado una semana antes de la marcha sobre Madrid convocada por el movimiento pensionista y colectivos de trabajadores el Gobierno promulgó una subida del 8,5% Este año bajo el caos de las disputas sobre la formación de gobierno, no podemos permitir que el poder trate de aplazar esa medida. La experiencia pasada de incumplimientos de sus compromisos legales de hacer una auditoría junto al mantenimiento de la tasa de reposición de las pensiones públicas, nos obliga a poner en el centro de nuestra exigencia la obligatoriedad que tiene el

nuevo gobierno de cumplir la Ley, pues su cumplimiento no es optativo. A pesar de nuestra exigencia y la obligación que impone la Ley no se ha auditado todavía las cuentas de la Seguridad Social, para determinar donde ha ido el dinero de las pensiones públicas y así demostrar que nuestro régimen de reparto es sostenible y puede generar recursos para atender todas las reivindicaciones.
Ni las y los pensionistas, ni las y los trabajadores somos culpables de la subida del coste de la vida. Lo que los medios tratan de ocultar es la causa real de la inflación, que es evidente para cualquiera que sea capaz de razonar:
Es que se haya doblado el gasto militar que tendrá efecto tanto en la inflación como en la presión que se ejercerá para reducir necesidades. Es finalmente provocado simplemente por la fabricación de dinero (euros y dólares) que van a parar a los fondos de inversión y no a la gente que más lo necesita cuando la energía y los alimentos suben de forma estratosférica: el azúcar (44,2%), el aceite de oliva (38,8%), las patatas (22,9%), el arroz (22%). Por si ello fuera poco, se ha permitido a los bancos subir los tipos de interés estrujando aún más a las familias
hipotecadas.
El relato de que la culpa es de la gente trabajadora y del colectivo pensionista, solo se puede romper con la movilización. Por ello, proponemos este otoño iniciar todo un proceso de acciones en todo el Estado que impulsen una nueva marcha a Madrid el 28 de octubre en defensa de las pensiones públicas y los salarios.
El movimiento pensionista se articula sobre un programa que exige además entre otras cosas cerrar la brecha de género que sufren las mujeres trabajadoras y pensionistas, subir las pensiones mínimas a 1080 €, auditar los fondos de la Seguridad Social o acabar con las formas laborales que evaden cotizar a la Seguridad Social comprometiendo la pensión de las y los trabajadores en el futuro. Llamamos a todas las personas trabajadoras a unirse a esta movilización, porque las pensiones

públicas no son más que un salario diferido y porque necesitamos actuar conjuntamente para ser eficaces, ante un poder que va a tratar de ocultarse entre las bambalinas institucionales del cambio de gobierno. Hay que ser activos ahora y dar una clara señal en la calle a cualquiera que pretenda gobernar en este País: si la Comisión, la derecha, la CEOE, y las instituciones financieras interesadas en las pensiones privadas presionan, nosotros tenemos que hacerlo mucho más, con movilizaciones como las que preparamos para el 28 de octubre, pues solo así podremos abrir el camino y la posibilidad de incluir nuestras reivindicaciones en los presupuestos generales del Estado
Finalmente, recordamos que esta movilización está en el marco general de defensa de lo público. Los financieros incapaces de mejorar la producción, buscan aumentar sus beneficios depredando sobre lo público. En África tratan de apropiarse de los recursos naturales y la tierra, pero en nuestro País su objetivo es apoderarse no solo de las pensiones públicas a través de los planes privados de empleo, sino también de hospitales públicos, residencias, infraestructuras, vivienda… todo aquello que la sociedad ha generado comunitariamente, se ha convertido en una presa potencial a robarnos.
Por ello, convocamos al conjunto de los movimientos sociales, a las Plataformas de Pensionistas, a las organizaciones sindicales, asociaciones vecinales, jóvenes, estudiantes y a la ciudadanía.
Sincronizando nuestras luchas y llenando las calles de Madrid el 28 de octubre.
Unidos, organizados y adelante: venceremos. Gobierne quien gobierne las pensiones y los derechos públicos se defienden.