La coalición considera que tanto la dotación de puntos de luz, como la calidad de las mismas, es claramente insuficiente, con el riesgo que conlleva tanto para vecinos como para el tráfico y tránsito de vehículos, dejando zonas de la ciudad, con un trato diferenciado al rest de la ciudad.
Este caso, se da de forma habitual en barrios como el de San Julián, pero en especial en el entorno a la Plaza Santa Justa (La cual, solo tiene una farola en toda su extensión) y sus calles adyacentes (Santa Brígida, Santa Lucia, Santa Rufina, Santa Eulalia, Santa Rita etc…) Esas calles, tienen un gran déficit en su iluminación con el riesgo que suscita a los ciudadanos y ciudadanas que viven en las mismas.
Transeúntes de noche, personas mayores que bajan a llevar la basura o mujeres en la vuelta de sus casas, sufren una situación de peligro tanto por la oscuridad como el riesgo aumentado debido al tráfico y la mala iluminación.
La formación de izquierdas, considera que no debe haber calles de segunda y todas ellas deben tener unas infraestructuras adecuadas y similares al resto de la ciudad.