Explican desde la formación que «el cementerio de Teruel cuyo origen se remonta al primer tercio del S.XIX, tiene un gran valor histórico. Para ser concreto, según el arquitecto de regiones devastadas, Carlos Soler, el actual cementerio tendría su origen en el año 1832 debido a la falta de espacio del antiguo cementerio de San Cristóbal. Esta antigüedad y las piezas que en su interior se encuentran, dan un importante valor histórico al lugar. Este valor histórico es el que propone Ganar Teruel que sea recuperado y puesto en valor tanto para los turolenses como para los visitantes»
«La declaración de Monumento de Interés Local, corresponde al Ayuntamiento en Pleno, se pueden declarar Monumento de Interés Local aquellos inmuebles que merezcan dicha consideración. Esta declaración puede ser previa a la de Bien de Interés cultural. Por tanto, el cementerio de Teruel, además de sus personajes ilustres, tiene también un importante patrimonio cultural, además de histórico: Podemos encontrar en él muchas piezas centenarias y otras cercanas a serlo. Esto permite que dentro del mismo recorrido por el cementerio, se observen diversos estilos artísticos», explican.
«Tal y como señala el historiador del arte turolense Javier Hernández Gracia, no solo obras de artistas reconocidos pueblan el cementerio de Teruel, hay una gran profusión de trabajos anónimos pero que muestran la gran calidad y oficio artístico de los artesanos del mármol y otras piedras que existía en la ciudad turolense. Muchos de estos trabajos, pese a rondar un siglo de antigüedad, se muestran en perfecto estado. También es parte de este arte, la riqueza icnográfica que presentan dichas lápidas».
«A estas consideraciones conviene añadir la responsabilidad patrimonial del Ayuntamiento en la conservación de elementos artísticos de personajes como Miguel Ibáñez, al que Aldecoa cita como médico en la evolución del cementerio; o Miguel Vallés, con el escudo de la ciudad en su lápida. Una lápida que tiene gran interés tanto artístico como histórico, como también la tiene la de Victor Pruneda. Por época y factura atendiendo la ley de patrimonio aragonés, habría que inventariar estos bienes como de interés municipal», concluyen.