La evolución, a día de hoy, es favorable.
En el ganado vacuno se observa que en el cómputo total del ganado está habiendo un goteo de casos con síntomas compatibles con esta enfermedad que si se tratan los síntomas con rapidez los animales se curan.
Lógicamente ha habido más incidencia en las zonas más bajas de altura y en las que superan los 1600-1700 metros tan apenas ha habido incidencia porque la actividad del mosquito como vector transmisor, es mucho menor.
En todo caso la mortalidad ha sido muy baja, rondando entre el 0,5-1% de los animales afectados.
En ganado ovino podemos decir que la afección es nula y aquellos pocos casos sospechosos en principio y muy leves de sintomatología (una veintena de ovejas, no de explotaciones se analizaron por el Departamento de Agricultura y según nos informaron sólo dos ovejas salieron positivos y sin sintomatología alguna. Por tanto, podemos informar que al ganado ovino no le ha afectado en absoluto.
En conclusión, que esto nos lleva a ratificarnos del importante papel que están llevando a cabo las ADSG de la mano de los Veterinarios/as responsables de las mismas y por lo tanto lo imprescindible que es por parte de la Administración apoyarlas económicamente para que su labor sea todavía más eficaz como profesionales cualificados de campo en beneficio de la sanidad animal y por ende de la economía aragonesa.
