La diputada del PP Aragón Ana Marín, ha pedido al Gobierno de Aragón «que ponga todos los medios adecuados para que nuestros sanitarios puedan desarrollar su trabajo de forma segura para ellos y también para los pacientes». Ha realizado estas declaraciones a los medios de comunicación a las puertas del Hospital Obispo Polanco de Teruel.
La representante de los populares en el Parlamento autonómico ha comparecido ante los medios de comunicación en compañía del senador, Manuel Blasco, para criticar el empleo, por parte de los profesionales del Salud, de «mascarillas que no están habilitadas para su uso médico, según las especificidades del envase».
«Un motivo que, unido al hecho de que las emplean durante siete días, en lugar de hacerlo por un tiempo máximo de cinco horas, tal y como indican sus fabricantes, puede haber sido una de las causas que justifiquen el contagio de, al menos, 29 profesionales sanitarios en los dos hospitales de la ciudad de Teruel durante las últimas fechas».
Marín ha preguntado al Gobierno de Aragón «por qué el Gobierno de Aragón ha enviado a los hospitales Obispo Polanco y San José mascarillas de uso no médico ni sanitario». «Una realidad que va en la línea contraria de lo que deberían hacer los responsables gubernamentales para generar confianza y seguridad entre los profesionales y también entre los usuarios», ha dicho.
Por esa razón ha solicitado a la consejera de Sanidad, Sira Repollés, que acuda a la ciudad de Teruel y explique «exactamente» qué ha sucedido. «Le pedimos que les detalle a los profesionales y también a la sociedad turolense los motivos por los que emplean estas mascarillas y también las razones por las que tienen que prolongar su utilización muy por encima del máximo permitido», ha sugerido Marín.
Para la diputada autonómica, la protección de los profesionales sanitarios es «lo más importante» porque «de ello depende también la de los usuarios del sistema público de salud». Un objetivo que es «inexcusable» para Marín y para el que el empleo de estas mascarillas «no es una ayuda» porque «generan desconfianza entre las muchas personas que diariamente acuden a un centro sanitario a trabajar, recibir asistencia médica o visitar enfermos».