El Partido Popular mantiene sus dudas de que el Gobierno de Aragón cumpla con los plazos anunciados tanto para la puesta en servicio del nuevo hospital de Teruel como para retomar las obras del futuro centro hospitalario de Alcañiz. La instalación sanitaria de la capital turolense está paralizada y a la espera de licitar las obras de las fachadas y tabiques interiores, mientras que los trabajos en el edificio del Bajo Aragón debe aplazarse al menos tres meses para sacar las obras a concurso y otros tres meses para adjudicarlas.
“Lamento decirlo, pero los plazos que maneja el Gobierno de Aragón para los hospitales de Teruel y Alcañiz son muy poco creíbles porque esta Administración lleva cinco años incumpliendo su palabra. Tanto el presidente del Ejecutivo como los tres responsables que hasta el momento ha tenido el Departamento de Sanidad vienen haciendo promesas a los turolenses que después olvidan. Es un engaño tras otro”, afirmó hoy Ana Marín que resumió la situación como “un nuevo desprecio a los turolenses”.
El proceso de construcción de los dos centros hospitalarios por parte del actual Ejecutivo aragonés no ha estado exento de la polémica desde que el gobierno presidido por el PSOE se hiciera cargo de las obras hace ahora cinco años. En la capital turolense se demoró el inicio de las obras hasta febrero de 2019 y ahora un nuevo retraso ya resulta inevitable por la obligación de licitar y adjudicar un nuevo lote. En Alcañiz se modificó el proyecto constructivo, después se paralizó por la rescisión del contrato a la empresa adjudicataria y como último capítulo, el Gobierno ha debido acometer un nuevo procedimiento de licitación y otro de adjudicación.
Con la presentación esta mañana de una propuesta legislativa para su debate en el pleno de las Cortes de Aragón que además de urgir el cumplimiento de los plazos previstos para la puesta en funcionamiento del nuevo hospital de Teruel propone un conjunto de mejoras asistenciales, al Gobierno de Aragón no le quedará más remedio que posicionarse.
“Entendemos la necesidad de que el nuevo hospital de Teruel sea un hospital del siglo XXI y por tal motivo hemos vuelto a presentar una proposición no de ley instando al Gobierno de Aragón a mejorar el proyecto y a trabajar por Teruel. A apostar por Teruel de una vez por todas y a entender que los turolenses tenemos los mismos derechos que el resto de los aragoneses y que merecemos la misma atención del Gobierno de Aragón y merecemos un hospital del siglo XXI”, dijo Marín.
En esta iniciativa la portavoz de Sanidad del Partido Popular plantea al Ejecutivo ‘acometer todas las actuaciones que sean precisas para que el futuro hospital de Teruel cuente con un porcentaje no inferior al 80% de habitaciones individuales de uso individual, de acuerdo con los requerimientos que hacen los profesionales del sector’, en segundo lugar ‘comprometer y garantizar que el nuevo hospital de Teruel cuente con una unidad de radioterapia que posibilite que los enfermos de cáncer no tengan que desplazarse a Zaragoza para recibir su tratamiento’ y por último, ‘poner en marcha un circuito separado para enfermedades infecciosas, que permita afrontar situaciones como la que actualmente estamos viviendo con relación al Covid-19’.
La diputada del Partido Popular tuvo que recordar a los responsables de la sanidad pública aragonesa que los turolenses “desean vivir en nuestro territorio y que únicamente demandan unos servicios públicos acordes al siglo XXI en el que nos encontramos y que, en materia sanitaria, abogan por la puesta en marcha de habitaciones individuales en los hospitales. Una reclamación que no nace fruto del capricho de los enfermos, sino que posibilita una mayor privacidad, una mayor confortabilidad y también una atención mucho mejor que en habitaciones de más de un paciente”. Junto a lo anterior, los populares piden la instalación de una unidad de radioterapia en el nuevo hospital “para evitar los largos desplazamientos que tienen que afrontar los enfermos de cáncer y que, sin duda, supondrán un alivio para los duros tratamientos que tienen que recibir para afrontar su enfermedad”.
A las dos peticiones anteriores Ana Marín sumó las especiales circunstancias derivadas de la pandemia por la COVID-19 “lo que obliga a que un hospital de nueva construcción apueste decididamente por la implantación de un circuito separado para enfermedades infecciosas”.