“Excrementos por la calle, comida esparcida, bolsas de basuras abiertas y derramadas por las innumerables colonias de gatos existentes en uno de los pueblos más bonitos de España, se ha convertido en varias de las escenas más habituales que se observan en Albarracín en los últimos tiempos”, explican desde el Partido Popular de la localidad.
El Grupo Municipal del Partido Popular lleva denunciando este hecho desde el comienzo de la legislatura, encontrando siempre el silencio por parte del equipo de gobierno a los avisos del aumento de gatos callejeros y la molestia que están ocasionando entre los vecinos. Una situación que, lejos de mejorar, está empeorando por la inacción de los rectores del Ayuntamiento de Albarracín.
Ante esta realidad, el Grupo Municipal del Partido Popular, en aras a poner solución a un problema que cada vez preocupa a más habitantes del municipio, ha elevado este hecho ante el Justicia de Aragón, dejando constancia de la pasividad en la gestión por parte del equipo de gobierno del Consistorio.
Según ha explicado el portavoz de la oposición y representante ‘popular’, Tomás Almazán, “nos encontramos todos los días con excrementos, lo que no genera únicamente una mala imagen hacia el turismo, del que vivimos la mayoría de la población, sino que también supone un problema para la salubridad y un gran perjuicio para los ciudadanos”.
Tal es así, que los propios vecinos han presentado numerosas quejas en el Ayuntamiento de Albarracín, incluida una recogida de firmas. Ambas iniciativas, al igual que las peticiones formuladas por el Grupo Municipal del Partido Popular, han contado en todas las ocasiones con el silencio y la inacción del equipo de gobierno.
Tomás Almazán, al respecto, ha aclarado que se iniciaron los trabajos para la elaboración de una ordenanza que actualmente “está paralizada”, tras los trabajos de redacción y de consulta pública, finalizados hace un año y en los que se recibieron cuatro propuestas para tener en consideración en el futuro texto. “A partir de ese momento se ha dejado de trabajar y no tiene justificación”, ha declarado.
Todo ello está provocando una enorme crispación y malestar entre los vecinos, por lo que “ha llegado un momento en el que no podemos más por la dejadez del Ayuntamiento”. Por ese motivo, ha complementado, “hemos tenido que recurrir al Justicia de Aragón para que revise el caso e intente impulsar al equipo de gobierno para que pongan una solución urgente e imprescindible”.