El convenio 2022 de la Diputación de Teruel (DPT), el Obispado de Teruel y de Albarracín y Fundación Ibercaja para la conservación y restauración del patrimonio artístico y arquitectónico de la Diócesis permitirá actuar en 20 iglesias y ermitas de otros tantos núcleos de población, por un montante global de 405.000 euros. La institución provincial ha aumentado en un 37% su aportación, pasando de los 95.000 euros que se consignaron el pasado ejercicio a los 150.000 euros en 2022, y el obispado invertirá 120.000 euros, un 40% más que el año pasado.
El presidente de la DPT, Manuel Rando, el Obispo de la Diócesis de Teruel y Albarracín, José Antonio Satué, y José Luis Rodrigo, director general de Fundación Ibercaja, han suscrito esta mañana el nuevo convenio anual de colaboración que permitirá acometer distintos trabajos en iglesias y ermitas que requieren actuaciones urgentes.
La aportación de la DPT supone un 37,05% del total y la del obispado un 29,63%. Las comunidades parroquiales y las entidades locales se hacen cargo de otros 120.000 euros (29,63%) y Fundación Ibercaja aporta 15.000 euros, un 3,7% del total que deben ser solicitados y negociados con los representantes de las iglesias y entidades locales con el jefe de la oficina más próxima a cada localidad o comarca.
En conjunto, el convenio pasa de los 250.000 euros del año 2021 a los 405.000 euros, lo que supone un aumento de un 39% para invertir en el patrimonio eclesiástico de la Diócesis de Teruel y de Albarracín en 2022. Será gestionado por la propia Diócesis que ya ha tramitado la contratación de 18 de las 20 obras.
El presidente de la DPT, Manuel Rando, ha explicado que el objetivo es seguir trabajando “poco a poco para arreglar el patrimonio eclesiástico” hasta el objetivo de llegar a todas aquellas “situaciones pequeñas” que necesitan los edificios. “Estamos incrementando las posibilidades cada año”, ha dicho señalando los dos años seguidos de incrementos económicos, así como la intención de mantener la actual cantidad o aumentarla, tanto en esta partida y como en la que se formaliza anualmente también con el Arzobispado de Zaragoza con el mismo fin en los municipios del este de la provincia.
El obispo de la Diócesis de Teruel y Albarracín, José Antonio Satué, ha hecho referencia a la proporción entre la población de los pueblos en los que se actúa y el tamaño de sus iglesias. “Las actuaciones que hay que ir haciendo para mantenerlas o para embellecerlas suponen siempre un desembolso fuerte y normalmente la gente que vive en esos pueblos es poca. Por eso valoro especialmente este convenio: no llegamos a restauraciones grandísimas pero llegamos a muchos pueblos de manera que se están arreglando problemas que si no se arreglaran podrían llegar a mucho más”, ha dicho.
Por su parte, José Luis Rodrigo, director general de Fundación Ibercaja, ha apuntado que este acuerdo es “una responsabilidad de cara a la sociedad. Mantener un rico patrimonio que nos han dejado las anteriores generaciones es una responsabilidad de todos”. Ha asegurado que se mantendrá la colaboración de Fundación Ibercaja para este fin y ha animado a otras entidades a sumarse al convenio.
Las tareas de conservación y restauración requieren la ejecución de una serie de obras urgentes y necesarias que la Diócesis de Teruel y de Albarracín o las parroquias no podrían realizar de no ser por el apoyo económico de entidades públicas y privadas interesadas en la conservación de este rico patrimonio artístico y arquitectónico diocesano.
Todas las obras deberán contar con la preceptiva licencia municipal correspondiente. En el caso de que la restauración afecte a un Bien de Interés Cultural, deberá tener además la aprobación de la Dirección General de Patrimonio Cultural, extremos que deberán ser acreditados documentalmente, con carácter previo al pago de la subvención.
El convenio suscrito esta mañana se inició en la década de los 90 y actualmente contempla la creación de una comisión de seguimiento integrada por cinco miembros, dos de ellos por parte del Obispado de Teruel y Albarracín, dos de la Diputación de Teruel y uno en representación de Fundación Ibercaja, cuyo cometido será el de asegurar el cumplimiento del convenio, coordinando e impulsando sus diversas actuaciones, aprobar los posibles cambios de actuaciones producidos por motivos imprevistos o de urgencia, así como resolver las posibles dudas que pudieran surgir en la interpretación del mismo.