El alcalde de Burbáguena, Joaquín Peribáñez, ha reconocido que existe «inquietud, tristeza y preocupación» en el municipio tras declararse un brote de la COVID-19 en la residencia de personas mayores de la localidad, que suma, al menos, a 62 contagios entre usuarios y trabajadores, y 17 hospitalizados –en la residencia viven 96 personas–, y que ha provocado dos fallecimientos.
«La situación nos ha venido como un jarro de agua fría» y «es difícil de asimilar» después de que el municipio se hubiera mantenido libre del coronavirus durante toda la pandemia, ha explicado el alcalde en declaraciones a Europa Press.
Ha añadido que Burbáguena tiene una población de unos 215 habitantes y la media de edad es alta. «Hay preocupación por los mayores que residen allí y también por los hijos que tienen a sus padres viviendo en el municipio», ha apuntado el alcalde.
Ha aclarado que, por el momento, ningún vecino, salvo los que viven en la residencia, ha resultado contagiado, ni presenta síntomas. Asimismo, ha indicado que ésta se encuentra fuera del núcleo urbano, a unos 500 metros.
Joaquín Peribáñez ha comentado que entre el 30 y 35 por ciento de los residentes son vecinos «de toda la vida» de Burbáguena y «todos estamos vinculados con alguien» que vive allí. En su caso, tiene tres familiares y uno de ellos ha resultado contagiado, aunque está asintomático.
Además, media docena de los aproximadamente 30 trabajadores del centro viven en la localidad. El resto lo hacen en municipios cercanos, en su mayoría, en Calamocha. Los residentes también son todos de la zona.
Peribáñez ha dicho que según los últimos datos que la han facilitad el número de casos nuevos no se ha incrementado este jueves por lo que parece que el brote «está controlado». Ha transmitido su pésame a los familiares de las dos personas fallecidas y se ha solidarizado con ellas, para apuntar que «todos somos de la zona y nos conocemos».