¡Queremos conocer tu Museo! ha sido una iniciativa de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis para celebrar el ‘Día Internacional de los Museos’ 2020 de forma diferente: conociendo las colecciones de quienes han querido compartirlas.
La convocatoria se lanzó a través de la página web de la Fundación y de las redes sociales Facebook, Instagram y Twitter. El nivel de participación ha sido muy importante y se han recibido contribuciones de seis países: Argentina, Chile, España, Guatemala, México y Perú. El perfil de los participantes ha sido variado, aunque abundan niños y niñas de una franja de edad comprendida entre 4 y 10 años (con 6 años como edad más frecuente). También hay participantes de 17 a 21 años así como adultos; entre ellos se encuentra alguna institución, como es el caso de una sociedad chilena.
Casi todos los testimonios coinciden en manifestar una afición, incluso una profunda pasión, por la paleontología y algunos se declaran ya futuros paleontólogos. Es el caso de Lilian, de seis años, que empapela su hogar con dibujos de dinosaurios y escribe: “Los dinosaurios son lo que más me gusta, son lo más bonito y cuando sea grande quiero ser paleontóloga y descubrir un dinosaurio”, o de Mateo de Teruel, que tiene nueve años y, como relata en su vídeo “de mayor quiero ser paleontólogo y trabajar en Territorio Dinópolis”.
Todas las colecciones y obras presentadas merecerían una distinción para recompensar la ilusión de los participantes y el deseo de varios de ellos de recibir publicaciones para aprender paleontología. Entre ellas, hay vídeos muy elaborados que presentan “museos” o “parques” artesanos muy peculiares y también excavaciones, que demuestran unas habilidades muy destacables como auténticos reporteros. En consideración a todo lo anterior, se ha ampliado el número de envíos de libros y se han creado “menciones honoríficas” que se remitirán electrónicamente.
Gran variedad de presentaciones
Los elementos que constituyen las exposiciones son de todo tipo, como reconstrucciones de dinosaurios de tamaños, formas y colores diversos, muñecos y peluches, juguetes, marionetas, puzles, juegos de mesa, disfraces, libros, revistas, colecciones de cromos, pegatinas, sellos, camisetas, toallas, ropa de cama, colonia, entre otros.
Entre los artículos de fabricación propia destacanjuegos de cartas, dibujos muy originales de dinosaurios (reales o inventados), dinosaurios modelados con materiales reciclados, de origami o fabricados mediante impresora 3D, “minimundos” de dinosaurios con cáscaras de huevo, lentejas y arena para reconstruir el terreno, recreaciones de excavaciones paleontológicas, huevos de dinosaurios congelados, figuras de plastilina o porcelana fría, caretas de dinosaurios, grafitis…
Los expertos en cocina también se han animado a presentar sus obras en esta convocatoria, con varias propuestas tan atractivas como suculentas: pizzas de estegosaurio y de dinosaurios terópodos, empanadillas de estegosaurios, tarta de chocolate con dinosaurios ydinotartas, galletas de dinosaurios y de una icnita tridáctila, magdalenas decoradas con dinosaurios, y un estegosaurio de frutas para merendar.
Hemos descubierto varios tipos de dinosaurios que desconocíamos hasta ahora, dignos de mención, como “Reciclosaurus”, confeccionado por Julia con rollos de papel higiénico y hueveras, el “Cantabrasaurio” campestre compuesto por palos y rocas a escala real que han creado Gael y Alba, “Dinoseto”, ”Dinosetiño” y “Tricesetops” tres setos que entusiasman a Álex en Vigo, el “Jorgesaurus” confeccionado con letras en la pared de la habitación de Jorge, el “Galofodón”, que es “el más temido” que se ha inventado Jorge (“así de grande era: de alto, 100, y de largo un millón”), o el “Danisaurio”, que es como llama su tía Virgi a Dani cuando se pone su disfraz de T.rex.
Cada participación contiene alguna historia personal, como la de Miguel, de Zaragoza, enamorado de los dinosaurios desde que tenía 5 años cuando su padre le llevó al cine a ver Jurassic Park. ¡Tiene toda la colección en el salón de su casa! Hoy continúa aumentando su colección y comparte la afición con sus hijos de 2 y 4 años. La afición de Joél de Guatemala empezó a los 6 años con los fascículos “Dinosaurios” y ahora se dedica a impartir charlas educativas sobre temas de paleontología. Adriana de México tiene 21 años y es licenciada en psicología porque no tuvo la oportunidad de estudiar paleontología; aún así su gusto por los dinosaurios sigue intacto: fueron, son y siempre serán una parte importante en su vida (incluso se expuso su colección en el museo “El Rehilete” del estado de Hidalgo). A Anne le ha fascinado todo lo que tiene que ver con los dinosaurios desde los tres años y gracias a ellos se ha forjado “como una persona apegada al estudio y la cultura”.
La organización está muy agradecida a quienes compartieron sus entrañables colecciones con motivo de esta iniciativa e invita a los siguientes participantes a enviar sus datos de contacto a fundacion@dinopolis.compara que se les remitan las publicaciones y las menciones obtenidas.