El Grupo Parlamentario de Ciudadanos en las Cortes de Aragón ha reclamado al Ejecutivo autonómico una serie de medidas para contrarrestar los posibles efectos en la agricultura turolense provocados por el cierre de la central térmica de Andorra.
El portavoz de Agricultura de Ciudadanos Aragón, Ramiro Domínguez ha recordado que, tras el cierre de la térmica, Endesa solicitó la extinción de la concesión de 18 hectómetros cúbicos de agua al año del Guadalope, un recurso que destinaba a la refrigeración de la central, cerrada desde junio de 2020.
El Boletín Oficial de Teruel publicó el 10 de marzo la extinción de la concesión de aguas a Endesa para la refrigeración de la Central Térmica de Andorra. Concesión otorgada por Orden Ministerial de 30 de septiembre de 1982 de un aprovechamiento de aguas derivadas del río Guadalope, en término municipal de Calanda con un caudal máximo de 0,9095 m3/s, sin superar una derivación anual de 18 hm3.
El diputado turolense ha recordado que los efectos del fin de actividad de Endesa ya se han manifestado en la cuenca del Guadalope a la que pertenecen unos 4.000 usuarios distribuidos desde Castellote hasta Caspe con el corte de suministro eléctrico del bombeo del pantano de Mequinenza a de Civán en Caspe.
“El paso vuelve a evidenciar la crítica situación a la que se enfrentan los regantes con el cese de actividad de la planta. Hasta ahora, para compensar el bombeo de 18 hectómetros cúbicos del embalse de Calanda a la Térmica, la empresa ha financiado el 48% de las inversiones en la cuenca y el pago del 45% del canon a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE)”, ha recordado Domínguez, quien ha recordado que estos nuevos costes pueden ser “inasumibles” para los agricultores, por lo que ha presentado una pregunta para que el consejero Olona “explique detalladamente qué política piensa aplicar para que una zona muy castigada por el cierre de la térmica no vea agravada su situación en un sector clave como es la agricultura”.