Ayer se constituyó la Comisión Económica de la Cámara presidida por Antonio Ortega, tesorero de la corporación y director general de TUROMAS, e integrada por las entidades financieras con sede en nuestro territorio y un empresario de referencia, en esta ocasión una asesoría empresarial. Su objetivo es generar información de interés que facilite la toma de decisiones en la empresa, como situación de los mercados, tipos de interés, productos financieros, etc.
El presidente de la Comisión ha destacado que es un momento excepcional para conformar esta comisión por la situación general que se está viviendo y que está generando un impacto económico, refiriéndose al coronavirus, a las tensiones comerciales entre grandes bloques, las regulaciones de determinados sectores, el creciente peso del sector servicios, la despoblación y el impacto de las grandes cadenas.
Se ha destacado el papel de asesoramiento que las entidades financieras prestan a la hora de planificar la financiación de la empresa, determinando que hay soluciones financieras a pesar de la excesiva regulación en el sector que condiciona la capacidad de maniobra.
Se ha hecho un llamamiento a la importancia de que las empresas conformen con una imagen fiel de sus cuentas, que les permita analizar la empresa y conocer su situación en todo momento para tomar decisiones y anticipar soluciones. Valorando que determinadas pautas y comportamientos condicionan la confianza de las entidades a la hora de la concesión de financiación.
Se ha debatido sobre la tendencia a la flexibilidad de condiciones de las tasas de intercambio para favorecer el uso de medios de pago, así como del pago de comisiones por los servicios que prestan las entidades obligadas por el mantenimiento de tipos bajos a lo largo del tiempo y la reducción del margen de las operaciones, siendo muy importante que la empresa perciba a la entidad financiera como una colaboradora.
En cuanto a su balance sobre la situación de la provincia, se ha confirmado la afección que genera el entorno, con los problemas de la despoblación, envejecimiento, concentración en Teruel y Bajo Aragón, fuga de talentos y limitada vocación empresarial.