En estos tiempos en los que la política está cada vez más denostada, animada por gente comprometida por el crecimiento de nuestra ciudad y de nuestra provincia, empieza mi compromiso con la política activa. Tras el proceso interno para cumplir el reglamento del Partido Socialista, he sido proclamada candidata para encabezar la lista al Ayuntamiento de Teruel, superando el número de avales necesarios y, lo que es todavía más importante, acompañada y respaldada por quien encabezó la candidatura anterior, mi compañero Samuel Morón.
A pesar de que siempre he creído que la política condiciona buena parte de nuestra vida, nunca pensé ejercerla activamente hasta hace muy poco. Lo hago desde la base, desde el municipio, siempre considerada la hermana pequeña de la política, pero- para mí- la más importante, la más cercana a la realidad. Me empuja mi amor por el lugar en el que nací y he construido mi vida, en el convencimiento de que hay muchas cosas que hacer para mejorar y la ilusión de trabajar en este objetivo.
Asumo con ilusión esta responsabilidad, partiendo de dos premisas fundamentales. Por un lado, mi experiencia de una larga vida laboral, vinculada a la gestión de proyectos de desarrollo para la provincia de Teruel, siempre con la mirada puesta en defender y hacer posible la vida digna para todas las personas que eligieron vivir aquí. Por otro lado, y sobre todo, el respaldo de un equipo que representa de forma amplia, diversa y profesional, a la sociedad. Un equipo comprometido con la comunidad, dispuesto a trabajar intensamente para definir un nuevo modelo de ciudad.
Una ciudad que atienda y garantice con justicia, y como primer y principal objetivo, la satisfacción de las necesidades básicas e imprescindibles de todas y cada una de las personas, que no deje a nadie atrás; que se preocupe por la conservación de nuestro patrimonio y acabe con los edificios y espacios abandonados en zonas degradadas; que devuelva a la calle su papel como sitio de intercambio y relación; que se preocupe por la movilidad sostenible, también desde y hacia los barrios y atendiendo a todas las circunstancias vitales; que potencie un ecosistema ambicioso y dinámico capaz de impulsar la economía local; que facilite la educación, la cultura y el deporte para todos y todas, liderando y potenciando su tejido asociativo y cultural; o que cuente, por fin, con las infraestructuras y servicios largamente reivindicados.
Quiero, en definitiva, una ciudad confortable, que sea sinónimo de bienestar y buen vivir, especialmente para la infancia, los jóvenes y las personas mayores; tolerante, acogedora, atractiva para residir y para invertir; que irradie ese encanto que atrae a los visitantes, potenciando los recursosque ya tenemos y valorizando los que se encuentran en todo el término municipal, en armonía y respeto con el medio ambiente; una ciudad atrevida, convencida de sus muchas posibilidades, ilusionada y transmisora de felicidad.
Y lo vamos a hacer analizando minuciosamente la situación actual, pisando el terreno, escuchando al ciudadano; con imaginación para innovar, pero sin renunciar a nuestra tradición, sin perder nuestra esencia; mirando atrás para aprender de lo que ya se hizo, pero pensando en una ciudad de futuro que aproveche las nuevas herramientas al servicio de la gestión en la era de la información, de las comunicaciones en tiempo real, de los controles inteligentes y de la digitalización, siendo muy conscientes del periodo convulso e incierto que vivimos. Siempre trabajando para todos y todas, desde una mirada y unos valores diferentes a los actuales.
Desde que anuncié mi decisión hasta hoy, no solo he recibido el apoyo de los militantes del Partido Socialista, sino también el afecto y la ilusión de cientos de turolenses, que apuestan por un cambio en la gestión de la ciudad. Estoy segura de que sabremos mantener viva esta ilusión y tened por seguro que estas palabras no se quedarán en un cúmulo de intenciones, sino que vendrán acompañadas de un estudio en profundidad de cuál es la forma más eficaz para hacer de todos estos deseos una realidad, con un uso eficiente y transparente de los recursos.
Queda, pues, un intenso trabajo y un largo camino por recorrer. Quien me conoce sabe de la pasión que pongo en todos los proyectos que emprendo, por lo que os puedo asegurar que, desde ya, pondremos todo nuestro esfuerzo y toda la ilusión para cumplir nuestro sueño, que espero sea el de todos vosotros y vosotras. Con toda la ilusión.