CHA-EMT quiere feminizar el callejero urbano incorporando nombres de mujeres en las calles y plazas de la ciudad, con el objetivo de “alcanzar un mayor reconocimiento del papel de la mujer”.
CHA-EMT considera que “desde el reconocimiento de la discriminación de las mujeres y las personas bisexuales, gais, lesbianas, transgénero e intersexuales, las políticas públicas municipales deben avanzar hacia la inclusión y la afirmación del concepto de una igualdad real. Se trata de caminar, desde la prestación de servicios a la garantía de derechos, dentro de una perspectiva de igualdad y justicia de género transversal, en todos los organismos municipales”.
El candidato de Zésar Corella apuesta por “el desarrollo y actualización” del Plan de Igualdad incorporando una “perspectiva de género e interseccional” hacia un futuro donde el sexo de una persona “no predetermine qué puede o no puede hacer”. La candidatura promoverá el despliegue de un marco normativo concreto, financiado con los recursos suficientes, para consolidar y formar equipos de trabajo entre la administración y los colectivos implicados.
Como una actuación concreta que tiene como objetivo “visualizar la igualdad de género”, ZésarCorella propone que en las calles de nueva creación u otras con nombres repetidos se incorporen los nombres de mujeres ilustres, hasta ahora injustamente olvidadas, priorizando aquellas nacidas en Teruel capital, o turolense de adopción, cuya obra esté vinculada de una u otra manera con nuestra ciudad.
A continuación hacemos algunas sugerencias concretas, ilustradas con una breve justificación, conformando un listado que, por supuesto, puede ser ampliado con nuevas aportaciones procedentes de los colectivos feministas o asociaciones ciudadanas de cualquier tipo.
Joaquina Martínez, la última aguadora. Representante de la mujer turolense trabajadora en el desempeño de un oficio durísimo y muy feminizado, ya plasmado en la mujer del cántaro de la Fuente Torán.
Primitiva del Caño y Magdalena Martín. Maestras de la Normal. Fueron las primeras mujeres que se incorporaron como concejalas al Ayuntamiento de Teruel en el año 1925, ocupando ambas el puesto de Tenientes de Alcalde.
Aurea Lucinda Javierre. Fue la primera mujer licenciada, y después doctorada, en la carrerea de Filosofía y letras de la Universidad de Zaragoza. Destacó como archivera y medievalista.
Alejandra Torán. Dejó un importante legado para que fuera empleado en cubrir las necesidades de los más pobres de la ciudad, siendo nombrada “hjapredilecta” por el Ayuntamiento. Financió la iglesia modernista de Vllaspesa.
Francisca Garzarán. Otra filántropa turolense, como Alejandra Torán o Dolores Romero, fue mecenas del edificio neogótico conocido como Asilo y Enseñanza del Corazón de Jesús para alojamiento de niñas huérfanas.
Purificación Atrián. Fue secretaria general y vicedirectora del Instituto de Estudios Turolenses, así como directora de su Servicio de Arqueología, germen del Museo Provincial de Teruel, que dirigió entre 1959 y 1990, además de ser responsable de su fundación.
