Consideran que “de nuevo la falta de previsión del Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón tendrá una “víctima” colateral: los pacientes de Huesca y Teruel. Las clínicas privadas de la capital oscense ya no podrán realizar las pruebas que no podía asumir el hospital San Jorge porque el nuevo concurso ha resuelto que este servicio lo pasen a ofrecer clínicas privadas de Zaragoza, a más de 70 km. de distancia. En otros casos deberán desplazarse hasta Barbastro, a casi 60 km. Esta situación afectará a los pacientes que deban realizarse una prueba diagnóstica de resonancia magnética, gammagrafía o densitometría”.
Desde Aragón Existe reclaman que la resolución del concurso “perjudica notablemente a los pacientes que deben desplazarse” y además “supone un incremento de los costes” al adjudicarse a clínicas fuera del sector sanitario de Huesca. Apuntan que en las bases del concurso “debería haberse incrementado la puntuación a las clínicas que tengan una sede en Huesca” y que esa circunstancia, “que es perfectamente legal porque no atenta contra la libre concurrencia”, no se ha tenido en cuenta en la adjudicación definitiva.