El vicepresidente del Gobierno de Aragón y consejero de Industria, Arturo Aliaga, ha confiado en que disminuya la incidencia de la COVID-19 y se pueda «recuperar alguna parte» de las fiestas patronales, suspendidas hasta el 31 de agosto, en lo que queda de año.
Ha respondido así a una pregunta de la diputada de VOX Marta Fernández en la sesión plenaria de las Cortes de Aragón, donde ha señalado que fueron los propios alcaldes, a través de la FAMCP, quienes de acuerdo con el Ejecutivo regional decidieron suspender sus fiestas populares.
Aliaga ha recordado que el Departamento de Industria publicó una Orden de ayudas para el sector de los feriantes dotada con 252.000 euros y que en el BOA del 7 de junio se publicó una convocatoria de ayudas por 475.000 para mantenimiento de material.
Además, el Departamento ha promovido que algunos Ayuntamientos autoricen la instalación de atracciones feriales y ha dejado claro que «hay sensibilidad para intentar buscar cuanto antes una solución».
Marta Fernández ha lamentado que por segundo año consecutivo no se celebrarán fiestas patronales como La Vaquilla de Teruel, San Roque de Calatayud, el Cipotegato de Tarazona o San Lorenzo de Huesca, y ha manifestado su preocupación por sectores como las orquestas y los feriantes.
Fernández ha comentado que en Aragón hay 43 orquestas, de las que dependen 750 familias, y «muchos han tenido que buscarse la vida por otro lado», de forma que «algunos no volverán y otros lo tienen en el aire y necesitan un mínimo de 30 o 40 actuaciones».
Además, «los feriantes llevan sin trabajar un año y al 70 por ciento casi les cuesta la ruina», ha indicado la parlamentaria de VOX, quien ha apuntado que todos los miembros de 75 familias se dedican esta actividad. La suspensión de las fiestas patronales hasta el 31 de agosto equivale a «otra temporada sin facturar».
Fernández ha preguntado qué medidas va a articular del Gobierno regional para compensar a todos los colectivos afectados por esta decisión del Ejecutivo y la FAMCP.