El director general de Medio Natural y Gestión Forestal, Diego Bayona, ha anunciado que a partir del 16 de junio se pondrá en marcha un proceso de participación para el diseño de un nuevo modelo de operativo de prevención y extinción de incendios en Aragón. La Dirección General trabaja desde principios de año en un informe diagnóstico de este operativo que será el punto de partida de un proceso en el que los diferentes actores que forman dicho dispositivo, junto con especialistas del sector, trabajen de forma conjunta en el diseño del nuevo modelo de operativo profesional de prevención y extinción de incendios forestales para la Comunidad Autónoma de Aragón.
Según ha afirmado Diego Bayona, “el diseño de un nuevo modelo de operativo de prevención y extinción de incendios forestales surge de la necesidad de dotar a Aragón de un operativo profesional, multifuncional, estable durante todo el año y capacitado para cubrir diferentes tipos de emergencias en las zonas rurales de la geografía aragonesa”. El director considera que “este operativo, repartido por todo el territorio, deberá estar perfectamente formado y coordinado con otros cuerpos de emergencias, lo que supondría un gran avance en Aragón para la lucha contra los cada vez más comunes grandes incendios forestales”.
El presupuesto para extinción de incendios se mantiene en los 28,5 millones de euros, estando la práctica totalidad de los medios disponibles activos desde el 1 de junio hasta el 30 de septiembre, coincidiendo con la época de mayor riesgo de incendios forestales (15 de junio-15 de septiembre). Un total de 1218 personas trabajan durante esta campaña 2020, entre el personal técnico del Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Agentes para la Protección de la Naturaleza (APN), personal laboral y personal de la empresa pública SARGA.
La campaña se inicia con menor riesgo de lo habitual para estas fechas del año, en lo que a incendios importantes o virulentos se refiere. El estado hídrico de los combustibles vivos es mucho mejor que las condiciones habituales para esta época en años anteriores. Esto se debe a un año hidrológico abundante en precipitaciones y especialmente a una primavera muy húmeda. Así, por primera vez en muchos años ninguna zona de Aragón presenta un mayor riesgo significativo que otras.
Sin embargo, no debemos de bajar la guardia. “En breves comienzan las labores de cosecha del cereal y debemos de extremar las precauciones, cabe recordar que en el año 2019 tuvimos 20 incendios consecutivos causados por cosechadoras”, ha señalado Bayona quien además ha precisado que el viento es un elemento de alto riesgo. Además, considera que “las lluvias han propiciado que el pasto herbáceo sea más abundante, siendo uno de los combustibles más favorables para la propagación del fuego, por lo que en ningún caso debemos bajar la guardia”.
En lo que llevamos de año, se han producido 68 incendios forestales, que han afectado a 71,18 hectáreas –de las que 47,79 hectáreas eran arboladas-. Tanto el número de incendios como la superficie forestal afectada están por debajo de la media histórica 2001-2019 para el mismo período (183 incendios y 440 hectáreas respectivamente). Indicar que el 86,7% de los siniestros se han quedado en conatos (menos de una hectárea) y tan solo el 4,4% de estos han superado las 5 hectáreas, siendo los incendios registrados en la chopera de Monzón y en la chopera de Pina los de mayor superficie afectada. Los datos son buenos no solo por las favorables condiciones meteorológicas sino también por el confinamiento.
En 2019 desde el 1 de enero y hasta el 31 de mayo tuvimos 176 incendios forestales que afectaron a 135,74 hectáreas, de las que 31,31 eran arboladas.
Los incendios más importantes del año 2019 fueron el de Perdiguera-Leciñena con 599 ha forestales afectadas, Villanueva de Huerva con 115 ha, Alcampell con 80 ha y Castejón de Alarba con 70 ha forestales; todos ellos en alerta roja de incendios y todos causados por accidentes o negligencias. En 2019 más del 80% de los incendios forestales tuvieron un origen de causa humana, por lo que Bayona ha apelado a “la responsabilidad de todos los ciudadanos, adaptando las actividades al riesgo de incendios”. Por esta razón, en 2020, se ha iniciado un proceso de revisión normativa sobre las actividades de uso del fuego.
La Dirección General continúa las acciones de sensibilización, tanto a población escolar, como grupos específicos de agricultores, ganaderos y otras empresas que trabajan en el medio rural; con más de 800 actividades previstas para este año.
Sobre las actuaciones de prevención y mejora de las infraestructuras, en cuanto a los Puestos Fijos de Vigilancia (PFV) se refiere, desde la Dirección General de Medio Natural y Gestión Forestal, en colaboración con el Servicio Provincial de Teruel del Departamento, se ha solicitado la colaboración de los Bomberos Profesionales de la Diputación Provincial de Teruel, para la elaboración de los Planes de Evacuación de las torres de los PFV, para su adecuación con la normativa de prevención de riesgos laborales. Además, se han solventado leves problemas técnicos que impedían el funcionamiento de algunos de los PFV y se ha encargado un estudio preliminar del estado de las estructuras de estas infraestructuras, para acometer próximamente las adaptaciones necesarias en caso de existir riesgo para el trabajador.
Bayona ha explicado que “de los 80 Puestos Fijos de Vigilancia, existen 24 que ahora mismo no cumplen con los requisitos de prevención de riesgos laborales, por lo que se ha encargado a la empresa pública SARGA opciones alternativas de vigilancia para mantener esta actividad, que es esencial para la detección precoz de incendios”. Y espera “que todas las personas que prestan este servicio en SARGA estén contratadas en la fecha que les corresponde incorporarse según el despliegue establecido para el periodo de máxima activación”.
Además, el operativo de prevención y extinción de incendios ha colaborado en tareas relacionas con la pandemia derivada del COVID-19, en concreto se han realizado trabajos de desinfección, reparto de material sanitario y e higiénico. Durante los meses de estado de Alarma, se ha trabajado en tareas de desinfección en 246 localidades de las tres provincias aragonesas y se han realizado 2.307 entregas de material en residencias de la tercera edad. Para estos trabajos se ha activado a personal de SARGA, Agentes de protección de la Naturaleza, así como vehículos autobomba de este operativo.
¿Cómo funciona el operativo de prevención y extinción de incendios?
El operativo cuenta con 62 cuadrillas terrestres, 8 cuadrillas helitransportadas; todas ellas dirigidas por un APN. A su vez, las cuadrillas helitransportadas cuentan con 6 helicópteros ligeros y 2 medios, para el transporte de personal y el lanzamiento de agua; todos ellos y el resto de medios aéreos que participan en la extinción dirigidos por el helicóptero de coordinación aérea.
Los ojos en el territorio los ponen los vigilantes de incendios forestales que, desde torres, casetas u otros emplazamientos, dan aviso del comienzo de las igniciones e informan de la meteorología y avance de los incendios. Una vez se producen, contando con hasta 80 ubicaciones para la observación. El apoyo con agua desde tierra se realiza mediante camiones autobomba y vehículos ranchera, contando con hasta 39 unidades en el periodo de máxima activación. Todo este personal, salvo los APN, es contratado a través de la empresa pública SARGA, donde capataces y técnicos se ocupan de su organización interna.
Los medios son coordinados desde los Centros Provinciales de Operaciones, las denominadas “emisoras de incendios”, donde un técnico, ingeniero técnico forestal o ingeniero de montes, realiza -apoyado en los emisoristas- el análisis de riesgo y despacho de medios. A su vez, desde el Centro Regional de Operaciones el director técnico de incendios Forestales (DTIF), igualmente ingeniero del ramo forestal, coordina y despacha medios a nivel regional.
Además de los APN a cargo de cuadrillas terrestres y helitransportadas, 12 APN permanecen de guardia en el periodo de máxima activación para ejercer como directores de extinción en incendios incipientes o jefes de sector en incendios que escalan es su complejidad. La dirección técnica de los incendios en aquellos de mayor relevancia o gravedad es asumida por los técnicos de los servicios provinciales, apoyados por la unidad técnica de apoyo, grupo de apoyo, analistas de incendios, coordinadores aéreos y otro personal.