Fertinagro Organia, la planta de Fertinagro Biotech ubicada en la localidad turolense de Escucha y especializada en el desarrollo de fertilizantes orgánicos y ecológicos, ha dado un paso firme para seguir siendo un referente en sostenibilidad. La compañía se ha adherido a la iniciativa internacional de compensación de emisiones mediante la aportación voluntaria de una cantidad económica, proporcional a las toneladas de CO2 generadas en la planta turolense, y que se ha destinado a un proyecto que actúa de sumidero de carbono por reforestación en un país en vías de desarrollo.
Es el proyecto “Mejora de prácticas de agricultura orgánica con comunidades indígenas en Guatemala” del programa CeroCO2, gestionado por ECODES. El proyecto de compensación se lleva a cabo mediante una iniciativa de mejora de las prácticas de agricultura orgánica con comunidades indígenas en Guatemala (Nahualá y Renacimiento), que ha permitido fomentar un modelo de desarrollo rural sostenible, mejorar de las condiciones de vida y recursos de las comunidades indígenas y fomentar la lucha contra el cambio climático.
Miguel García, director de Fertinagro Organia, explica que “hemos hecho esfuerzos considerables, no solo en materia de compensación, sino también para reducir activamente nuestra huella de carbono. Estamos mejorando nuestros procesos para ser una empresa sostenible en el tiempo, haciéndonos cargo de los impactos que genera nuestro negocio. Una de nuestras prioridades es tener una producción cada vez más respetuosa con el medio ambiente”.
Así, la planta cuenta con las últimas tecnologías para garantizar la eficiencia y la sostenibilidad en todos sus procesos. Se ha implantado una herramienta denominada GMAO (Gestión de Mantenimiento Asistido por Ordenador), con la que ahora también se gestiona la producción. Gracias a este recurso es posible capturar todos los datos de los procesos productivos y plasmarlos de forma ordenada y controlada.
Por otro lado, una trazabilidad absoluta y un riguroso control le permiten cumplir con toda la normativa y estándares de calidad. Al año salen de esta fábrica un total de 160.000 toneladas de nutrientes orgánicos y ecológicos. Algunos países a los que se envían son Francia, Portugal, Grecia, Italia y parte de Sudamérica. Cada año está cobrando más relevancia la internacionalización de estos productos y sólo en 2019 se han abierto nuevos mercados en países del continente africano y de Europa del Este.