El Gobierno de Aragón va a recurrir la orden que regula los criterios para designar la sede de la futura Agencia Espacial Española y que da inicio al procedimiento al considerar que “no se ajusta a derecho y resulta gravemente perjudicial para los intereses de la Comunidad Autónoma al ahondar en el desequilibrio territorial” que precisamente el proceso aspiraba a revertir.
Lo ha anunciado hoy el director general de Investigación e Innovación del Ejecutivo autonómico, Ramón Guirado, al término de una nueva reunión de la comisión técnica que sigue trabajando en la candidatura de Teruel. El requerimiento se aprobará el próximo miércoles –según ha explicado- en el Consejo de Gobierno, como paso previo a la interposición de un recurso contencioso-administrativo, pero hoy se ha querido hacer partícipes del mismo a las instituciones y agentes que integran la candidatura.
Considera el Ejecutivo que los criterios que basarán la decisión, “lejos de vertebrar el país como defendió desde el principio el Gobierno central, profundizan en el desequilibrio territorial, perpetúan la brecha entre zonas consolidadas y la España vaciada y niegan la igualdad de oportunidades para los territorios de la España más despoblada, como Teruel”.
En este sentido, el documento, dirigido al Ministerio de Política Territorial y en el que los Servicios Jurídicos llevan trabajando desde la semana pasada, censura que los baremos de selección adoptados por el Consejo de Ministros “vulneran de forma flagrante la mayor parte de los principios que deberían haber regido la elección de la sede”, de acuerdo al Real Decreto para la determinación de las sedes físicas de las entidades pertenecientes al sector público institucional estatal, a saber “vertebración, equilibrio territorial y adecuación al sector de la actividad”; así como al artículo 103.1 de la Constitución española y el artículo 3 de Ley de Régimen Jurídico del Sector Público.
El requerimiento constata que los parámetros exigidos, especialmente en lo que respecta a la existencia de infraestructuras de transporte, como tren de alta velocidad y de aeropuerto internacional con conexiones a siete capitales europeas a una distancia inferior a una hora, “en modo alguno responden a una voluntad de vertebración del territorio, ya que solo pueden cumplirlos territorios perfectamente vertebrados”.