Tomás Guitarte, diputado de Teruel Existe en el Congreso, intervino en la exposición de la Proposición No de Ley del Grupo Parlamentario Popular sobre “apoyo del sistema alimentario español como sector estratégico en la economía, ante el riesgo de sostenibilidad por el constante incremento de los costes de producción y las consecuencias que se derivan de la invasión rusa se Ucrania”. El turolense trasladó la “importante preocupación” que sienten ante el impacto que la guerra en Ucrania está teniendo ya sobre el sector primario y, “especialmente sobre las pequeñas y medianas explotaciones agropecuarias”, puesto que “la crítica coyuntura internacional, el alza de los combustibles y de materias primas y la Guerra son amenazas muy serias tanto para la economía de los próximos ejercicios anuales de los agricultores como para la viabilidad de sus explotaciones”.
Guitarte incidió en que el sector primario asume otros riesgos “sobre los que las instituciones no prestan suficiente atención y esfuerzo, como la amenaza permanente y cierta de la climatología adversa, especialmente en el caso de los cultivos de frutales” y argumentó que “los seguros para estos cultivos son muy caros y la cobertura es baja, por lo que muchos agricultores no los pueden asumir”. En este sentido, denunció que la primera semana del mes de abril se produjeron heladas tardías muy intensas que afectaron de manera grave a la cosecha de frutales de hueso del nordeste de España, en especial de las provincias aragonesas: “entre el 85 y el 100% de la cosecha de esta modalidad de frutales se han perdido en muchas comarcas de Zaragoza y Huesca”.
Tomás Guitarte indicó que “en España, la mayor parte del sector hortofrutícola está fuera de las ayudas de la Política Agrícola Común, aunque no es así en los países europeos”, y planteó que “es el momento de corregir esta situación sin más demoras ni esperas para la integración del sector frutícola en la PAC”.
Expuso a la Cámara la situación de estos agricultores, que han asumido importantes inversiones para poner en marcha sus plantaciones y para mantenerlas y que contraen riesgos en cada cosecha “sin contar con un respaldo frente a las incertidumbres a las que se enfrentan”. También incidió en que estos cultivos generan mucho empleo en la recolección y en otras épocas del año, generando valor económico y fijando población en las provincias despobladas.