Para ello, la Policía Local de Alcañiz empezará a elaborar en los próximos días un informe de movilidad que diagnosticará sobre el terreno las necesidades de los vecinos de la zona y las posibilidades que permite la propia trama urbana. “Así lo hicimos en la reordenación de la primera parte del Casco Antiguo”, explica Lahoz, “un trabajo de varios meses que ha terminado con la señalización que podemos ver ahora”. Esa señalización abarca las calles Plaza de las Monjas, calle Las Monjas, Callizo del Convento, Calle Salinas, Calle Mazaleon, Calle Aguas, Calle Torrecilla de Alcañiz, Calle Lacueva, Calle Mayor, Plaza de los Almudines, Calle Teniente Moore, Calle Santo Domingo, Calle Ramón y Cajal, Calle La Higuera, Callizo de las Monjas, Callizo Muro de Santa María y Muro de Santa María.
La señalización orienta el tráfico, desatasca el entorno y, sobre todo, advierte de los lugares habilitados para poder parar y estacionar, evitando que los vehículos puedan dejar alguna vía cortada o algún portal sin salida. “Esto es especialmente relevante para que los servicios de Emergencia puedan acceder a estas calles en el caso de que sea necesario”, señala el concejal de Seguridad Ciudadana, que destaca de manera especial el trabajo de campo, calle a calle, que realiza la Policía Local para detectar y decidir qué regulación es necesaria en cada punto del Casco Antiguo. “Lo más visible son las señales”, dice Francisco Lahoz, “pero tras cada señal hay un criterio que sirve no sólo para los vecinos de la zona, sino para toda la ciudad de Alcañiz”.
Con esa misma filosofía se comenzarán los trabajos en la margen derecha de la calle Mayor, un entramado aún más sinuoso y dificultoso en el que, además, hay habilitados algunos espacios para aparcamiento público. En total, alrededor de medio centenar de plazas que salpican el entorno del Liceo. “Son zonas de aparcamiento que, sobre todo al final de la tarde, son muy utilizadas por los vecinos, y que conviene señalizar. Además, las calles que dan entrada suelen ser de circulación a doble sentido, así que tenemos que señalizarlo y evitar que se aparque en medio de la vía”, recuerda Francisco Lahoz.
Las calles que serán objeto de esta segunda parte de la reordenación de tráfico del Casco Antiguo abarcan el tramo entre Calle Mayor y Muro de Santiago, a la altura de San Jaime y Mazador. Se observarán las posibilidades circulatorias que ofrecen Trinidad y Calle de Luna. Pero es el entorno del Liceo, entre Panfranco y el Callizo de Amposta, el núcleo central de toda esta actuación. Allí hay zona de aparcamiento, carga y descarga y actividad económica que precisan un análisis concreto. “Se trata de viales además muy estrechos, en los que no siempre puede circular todo tipo de vehículos, y en los que es fundamental conjugar la circulación rodada con, sobre todo, el tránsito peatonal”.