La alcaldesa de Teruel, Emma Buj, y el concejal de Infraestructuras, Juan Carlos Cruzado, han observado este jueves las obras de la iglesia de San Miguel desde lo alto de la Torre de la Bombardera con el fin de conocer de primera mano los trabajos que se están realizando en la cubierta del edificio en el marco de las obras de consolidación del antiguo templo.
“Para mí como alcaldesa es importantísimo seguir invirtiendo en mejorar el patrimonio de la ciudad de Teruel”, señalaba Buj, recordando que la propia Torre de la Bombardera y un tramo de la Muralla, muy cercano a esta iglesia también fue restaurado recientemente. “Este patrimonio es de todos los turolenses, tiene que verse dignificado y tiene además que servir de reclamo turístico para toda la ciudad”, añadía.
Según ha explicado, la iglesia de San Miguel tenía graves problemas estructurales, con el hundimiento de algunos pilares que habían hecho que la bóveda se agrietara, por lo que en estos momentos se está cambiando la cubierta del edificio: “hemos querido mostrar estas imágenes porque es un trabajo espectacular el que se está haciendo, a la vez que tremendamente complejo porque ha habido que diseñar esta nueva cubierta y tenía que encajar al milímetro”. Una vez instalada la cubierta, se tapará con las tejas “y será mucho más difícil percibir esta inversión y la importancia de los trabajos que se están haciendo en la iglesia de San Miguel”.
La finalización de las obras está prevista para el 31 de mayo, tras prorrogarse este plazo debido a varios motivos, como la aparición al principio de los trabajos de más enterramientos de los esperados en el subsuelo del edificio, la borrasca Filomena, las bajas de trabajadores por Covid, el retraso en el suministro de materiales a nivel global y la propia complejidad de los trabajos.
“Cuando finalicen estos trabajos la iglesia estará consolidada, fuera del peligro que entrañaba, y también lucirá su exterior de una forma mucho más agradable a la vista de todos los turolenses”, concluía.
Miguel Ángel Mancho, jefe de obra, explicaba que al desmontar la cubierta aparecieron nuevos condicionantes, por lo que ha habido que hacer “otro levantamiento topográfico y rediseñar la cubierta” al no tratarse de una pieza rectangular correcta que estaba inclinada y presentaba desniveles. Según indicaba, se ha tenido que picar el muro entero para poder hacer el asentamiento de la cubierta de madera que estamos poniendo. “El proceso es laborioso, bastante minucioso de replanteo y de intentar dejar testimonios de la parte de madera, de piedra y de todos los elementos que había y que tienen cierta relevancia histórica”, señalaba, remarcando que la estructura de madera también tiene su complejidad debido a sus dimensiones. Además, la parte de la linterna lleva unas piezas metálicas, las pendientes son todas distintas, etc: “todo esto es lo que lleva un exceso de trabajo y de tiempo”.
Las obras de consolidación, que constituyen la primera fase del plan director, se están llevando a cabo con cargo al 1,5% Cultural del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana en un 70%, aportando el consistorio el resto, y la inversión asciende a 1,2 millones de euros. Conforme se consigan nuevos fondos se acometerán el resto de las fases para que la iglesia de San Miguel se convierta en un centro cultural que pueda albergar exposiciones, conciertos y otro tipo de actividades.