En el emprendimiento es una frase recurrente hablar de “las mieles de la vitoria”, frase referente al dulce sabor que le queda a uno al alcanzar un logro o una meta. Pero, a veces, esta miel puede acabar convirtiéndose en hiel y eso parece que es lo que le debe estar pasando al señor Ramón Fuertes, Teniente Alcalde de Teruel y flamante Concejal de Empresas; curioso nombre para una concejalía que el mismo invento para pompa y boato personal en el arranque de la actual legislatura en la que gobierna junto al Partido Popular.
Esta miel de la victoria se le ha atragantado. Cuando el diario ABC publicaba una pequeña información, bueno no era pequeña, más bien tiraba todo su despliegue dialéctico continuo sobre su buena gestión y apoyo a las empresas por la borda del balcón del Ayuntamiento de Teruel. La información que destapo el ABC es que el Concejal de Empresas y Emprendimiento ha montado una serie de sociedades entre ellas una de comunicación con la que luego presta servicio a las empresas que ha traído a la ciudad o a las que les ha soltado cierto montante económico en forma de subvenciones.
Algo que, cuanto menos, se intuía cuando a determinada empresa de corte de pelo, una de estas sociedades del señor Fuertes empezó a llevarles la comunicación. Esto ocurrió tan solo unos días después de ser fundada y solo un par de meses más tarde de la ronda institucional en la que el señor Fuertes acompañó por el Ayuntamiento, Diputación y diversas entidades para darla a conocer y hacerse numerosas fotos.
Todo eso viene, además, con una justificación bastante pobre del señor Teniente Alcalde, diciendo que la Diputación Provincial de Teruel le firmó las incompatibilidades. Un movimiento hábil pero que cojea. Porque, poniendo las cosas blanco sobre negro, en la Diputación el señor Fuertes es solo un simple portavoz pese a cobrar de allí. Sin embargo, lo reprochable viene de parte del Ayuntamiento de Teruel. Pese a no cobrar de esta institución, está aprovechando su cargo como concejal de Empresas para que estas empresas, a las que teóricamente ayuda, asesora y ese largo etc. que le encanta relatarnos en cada pleno; trabajen con sus sociedades.
Hay que reconocer que mal pensado no está… Al menos de cara a futuro, que entendemos que en Ciudadanos no está muy bien y la vida del emprendedor sin una buena base de contactos esta chunga en España. Sin embargo, parece que hay que seguir remarcando que ese pequeño presunto tráfico de influencias de cara a la preparación futura del señor Fuertes, no es de lo más moralmente acertado ni transparente. Ciudadanos, ese partido que se presenta como la renovación, el partido liberal de la separación entre empresa y administraciones y, sobretodo, de la transparencia, parece que encuentra en Fuertes un talón de Aquiles que deja cojo todo este discurso.
Quizás debería entrarle el sentido de la humildad e imperar en sus palabras el sentido común y antes de hacerse más daño a si mismo y a la imagen de su empresa, elegir si dar un paso al lado y continuar una carrera empresarial en la que seguro tiene éxito o defenderse con uñas y dientes desde el sillón de Teniente Alcalde como ya nos tiene acostumbrados mediante descalificaciones a la oposición, ciertos insultos personales a portavoces de la oposición totalmente fuera de lugar o a creerse el más listo de la clase cuando a veces el que más habla, es quién más ha de callar.