Enclavada en plena serranía de Albarracín, formando parte de los Montes Universales, Griegos está reviviendo, como viviendo una segunda oportunidad. El éxodo, el frío, las dificultosas comunicaciones y el mantra del «salir para triunfar» la vaciaron en su día como les sucedió a tantos y tantos pueblos de Teruel.
Hoy, Griegos hace gala de un gran dinamismo que atrae a nuevos pobladores que han decidido dar un giro a su vida y disfrutar del privilegiado entorno natural del que hace gala con espacios tan emblemáticos como energizantes. Y entre todos ellos, la Muela de San Juan. Porque en Griegos, casi todo se mide desde la Muela, un mastodonte de la naturaleza que supera los 1.800 metros de altitud de media y que alberga iniciativas empresariales diversas: desde las únicas pistas de esquí de fondo que existen en la provincia hasta restaurantes y hostales con su nombre.
Pero además de La Muela, en Griegos lucen con orgullo el título de ser el segundo pueblo más alto de España y el más frío. Inconvenientes que saben positivizar y compensan su riqueza entomológica y micológica o como sede de concentraciones de deportistas de alto rendimiento para entrenos en altura.
A todos, nuevos y viejos pobladores, Griegos les ha ganado la partida.