La ermita de Santa María Magdalena del municipio de Tramastilla vuelve a lucir en todo su esplendor tras los trabajos de rehabilitación realizados durante las últimas cinco semanas. La actuación ha sido financiada por el Ayuntamiento y se ha centrado en la reconstrucción de la base de dos de las columnas del templo que presentaban un “deterioro importante”. Además, se han realizado diferentes trabajos de impermeabilización de la fachada y de las propias columnas para mejorar así su conservación con el paso de los años.
Los trabajos de reconstrucción de las columnas de la ermita finalizaron la semana pasada y han servido para asegurar la estructura del pórtico de entrada al templo, que está formada por cinco columnas dóricas de piedra arenisca de rodeno. “Unas vecinas nos avisaron del deterioro de las columnas en su base y nos dimos cuenta de que debíamos actuar rápido para evitar que los daños fueran mayores”, comenta Clara Benito, alcaldesa de Tramacastilla.
Desde el Ayuntamiento se pusieron en contacto con Lorenzo Isarría, escultor y cantero de Ródenas, para que evaluara los daños y realizará la rehabilitación de la ermita. “Algunas de las columnas estaban muy dañadas y mi labor se ha centrado más en su reconstrucción que en su conservación, porque prácticamente había que volver a hacer la base de las dos columnas más deterioradas”.
Cabe destacar que la ermita de Santa María Magdalena es un edificio barroco del siglo XVII construido de aparejo mixto y sillares de piedra de rodeno en la portada, un material muy utilizado en toda la Sierra de Albarracín. “En este caso, y como es lógico, la piedra utilizada para su construcción era del propio pueblo de Tramacastilla, que no es la mejor para este tipo de edificaciones. Es cierto que puede ser muy cómoda para hacer sillares y otros elementos, pero es una piedra demasiado porosa y se acaba consumiendo con el paso de los años”, ha explicado Isarría, que ha utilizado piedra de Ródenas para apuntalar la columna más deteriorada.
Además de reconstruir las columnas, ha realizado diferentes trabajos de mantenimiento para asegurar la conservación de la ermita durante muchos años más. En este sentido, Isarría ha impermeabilizado las columnas y la propia fachada del templo para evitar que el agua vuelva a deshacer la estructura.
La obra se ha extendido durante cinco semanas y ha sido financiada por el Ayuntamiento con 4.000 euros de fondos propios. “La ermita es una parte muy importante del patrimonio y, además, es una zona de paso para muchos de nuestros vecinos. Decidimos arreglarla porque para nosotros es uno de los bienes culturales más importantes, un trocito de nuestra historia que debemos conservar. Además, el trabajo de Lorenzo ha sido excelente y la ermita vuelve a lucir en todo su esplendor”, ha indicado Clara Benito.